La Jefatura Superior de Policía de Aragón quiere poner coto a la escalada de delincuencia y violencia en las calles Fita, Dato y Doctor Cerrada de Zaragoza durante los fines de semana y festivos de los últimos meses. Para ello va a poner en marcha un dispositivo de refuerzo en la zona a través de las diferentes unidades policiales que forman parte de la Brigada de Seguridad Ciudadana.

De esta forma van a intentar dar respuesta a una reclamación vecinal a la que se acaba de sumar el colectivo LGTBI tras los dos ataques sufridos el pasado puente festivo en la calle Fita. En uno, una pareja de chicos fue abordada, golpeada y atracada hasta el punto de que a uno de los jóvenes le partieron varios dientes, mientras que el otro fue un ataque con una lluvia de botellas en el pub Urano en el que el dueño y el portero del mismo resultaron lesionados. La investigación para identificar a los autores de los dos ataques sigue abierta y a la espera de que se practiquen detenciones por parte del Grupo de Menores (Grume) de la Policía Nacional, puesto que la mayoría de los sospechosos son jóvenes que no han cumplido ni la mayoría de edad.

Disuasorio

Por el momento se desconoce cómo va a ser ese refuerzo, principalmente por motivos internos de seguridad. Hay dos opciones, de forma estática, es decir, con vehículos estacionados en las calles, o dinámica, que es cuando las patrullas dan vueltas con frecuencia. Esta última opción fue la escogida por la Delegación del Gobierno en Aragón para abordar el problema de inseguridad existente en El Gancho y en la que también participa la Policía Local. Allí se optó también por las macrorredadas que actúan como un instrumento disuasorio de la delincuencia.

El colectivo LGBTI convoca una protesta contra   los delitos de odio

El colectivo LGTBI ha convocado una protesta contra los delitos de odio que se están produciendo en Zaragoza y hace un llamamiento para «tomar las calles contra la LGTBfobia» el próximo viernes a las 18.00 horas en una concentración organizada frente al edificio Paraninfo. Un sentimiento de rechazo que se ha ido incrementando en los últimos meses y que se ha traducido en un goteo de agresiones «intolerables», declaró el portavoz de ZeC en el ayuntamiento, Pedro Santisteve. El concejal ha solicitado al alcalde, Jorge Azcón, que adopte una actitud «más activa» en la prevención de agresiones homófobas, mediante campañas formativas y de divulgación, dirigida a menores, con el fin de promover el respeto al derecho a la orientación sexual e identidad o expresión de género y prevengan las agresiones y actitudes discriminatorias por esta causa. En su escrito, Santisteve señala que VOX «está contribuyendo al enrarecimiento del ambiente social, político y cultural, lo cual se convierte en un caldo de cultivo favorable al aumento de estas actuaciones violentas» e insta al alcalde a «frenar los discursos de odio». 

En la calle Fita y adyacentes las labores de prevención van a consistir en mayor presencia policial, así como en identificaciones y cacheos, siempre y cuando los agentes tengan alguna sospecha de que hay una tenencia de armas prohibidas o si hay un tráfico de drogas. Para realizar redadas masivas es necesaria una labor previa de la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que realiza vigilancias y que da el visto bueno cuando observa que el número de fichados policiales es alto.

La reclamación vecinal de mejorar la seguridad en la zona se remonta a años atrás y se intensificó cuando hubo que lamentar el asesinato de Sami Hamidi de un corte con un machete en la femoral y que se atribuyó la banda latina Dominican Dont Play (DDP). Fue en 2018 en la calle Princesa.

La degradación vino, según los residentes, con la supresión del toque de queda. No habían transcurrido ni dos semanas cuando en la paralela calle Dato, donde conviven establecimientos para público principalmente latino y africano, se produjo la muerte de un joven en las puertas de un bar. Fue el caso más grave de un sinfín de peleas y robos violentos registrados allí y muy especialmente en Fita, una vía hasta la fecha frecuentada principalmente por personas pertenecientes al colectivo LGTBI, aunque en la actualidad está frecuentada por menores que realizan allí botellón y que incluso montan fiestas paralelas a los bares con sillas y altavoces con música a todo volumen. En el último mes, sin contar los hechos del puente festivo, se han producido tres robos violentos y una agresión con una botella a un joven muy cerca del ojo.