La oficina de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Zaragoza ya emitió el pasado mes de febrero el informe que se le solicitó desde la concejalía delegada de Personal tras conocerse los presuntos casos de amaños en algunas oposiciones para trabajar para el consistorio. El documento lo firmó el jefe de este departamento el 2 de febrero, a pesar de lo cual, hasta ahora, el equipo de Gobierno de PP y Cs, ante las preguntas de la oposición y de los periodistas, no había confirmado la existencia del mismo.

El contenido del informe lo desveló este martes, durante la comisión de Hacienda, el concejal de ZeC, Alberto Cubero. En el texto, desde la oficina de Recursos Humanos se propone «la incoación del oportuno expediente informativo reservado al objeto de determinar con mayor precisión y contrastar, en su caso, los hechos acontecidos».

Esto es lo mismo que pedían desde ZeC y a lo que el equipo de Gobierno se negaron, puesto que consideran que, como ya está en manos de la Fiscalía, debe ser la Justicia quien investigue lo ocurrido. 

Durante la comisión, eso sí, el tono del debate sobre este presunto caso de amaños fue mucho más relajado que en anteriores ocasiones, aunque el concejal delegado de Personal, Alfonso Mendoza, se mostró igual de cauto que siempre. Aludiendo a la presunción de inocencia, pidió respeto a los tiempos judiciales para conocer qué ocurrió.

En el informe de la oficina de Recursos Humanos, su responsable explica que las ocho preguntas que se anularon del examen para acceder a una plaza de oficial de cementerio representan solo el 14,55% de las que se formularon en esa prueba y que durante los procesos selectivos que se celebraron en el mismo periodo, de las más de 1.300 preguntas que se hicieron en total, solo ocho pueden inducir a sospecha. Son las que contenían la respuesta correcta marcada con un signo de puntuación.

También explica que el número de reclamaciones fue inferior que en otros procesos, que siempre representan un reto a la hora de asumir las quejas de los aspirantes.

Asimismo, desde la oficina de Recursos Humanos critican la "pena de telediario" a la que se han visto expuestos, asumiendo que son culpables pese a que no hay prueba alguna de ello. Para despejar cualquier duda, sí que recomiendan incoar ese expediente de información reservada, que supondría que un funcionario ajeno a esta oficina se encargara de la investigación.