No entraba en los planes que otras circunstancias ajenas al conflicto laboral que enfrenta a la dirección de Avanza y a su comité de empresa entraran en juego cuando se llevan más de 600 días de pugna y de paros en el servicio para los usuarios. Los tres accidentes graves ocurridos en los últimos 15 días, con dos personas fallecidas y una tercera herida grave en el hospital, llevaron a uno de los sindicatos del comité a abrir un debate sobre si la velocidad comercial, los actuales cuadros de marcha y el «riesgo» para los conductores que no cumplen el horario fijado de ser sancionados. Con la consiguiente respuesta de la empresa calificando esas afirmaciones de «detestables» y con el sindicato mayoritario en la representación de la plantilla no entrando a valorar.

Este es el clima con el que todas las partes entran en una semana que se preveía decisiva para la huelga del bus, ya que el próximo miércoles, 30 de noviembre, expirará el plazo dado por la dirección de Avanza a los trabajadores para llegar a un acuerdo que zanje el conflicto. Su ultimátum, anunciado hace unos días por el propio director general de Avanza Zaragoza, Guillermo Ríos, decía que si llegan a esa fecha y los trabajadores no aceptan las condiciones propuestas por el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) para pactar un acuerdo, ellos se desmarcarían definitivamente de asumirlo. Y la huelga y el conflicto así volvería a la casilla de salida con ello.

Comienza una semana decisiva en la que, por otra parte, también corre el reloj para un Ayuntamiento de Zaragoza que ha decidido convocar a la empresa, solo a la empresa, a una reunión que se celebra hoy en el consistorio para abordar la preocupación de qué está ocurriendo con la siniestralidad vial en la que se ve implicado el autobús, la frecuencia de este tipo de siniestros y la gravedad de las consecuencias, dos fallecidos y una mujer hospitalizada y en estado grave, en solo dos semanas es un hecho como para sentarse a hablar. Pero al margen del conflicto, de la huelga y de toda la representación sindical, tanto los que apuntan a la velocidad comercial como factor a tener en cuenta como aquellos que prefieren no opinar sobre este asunto.

En paralelo, el conductor que llevaba el autobús que arrolló a una mujer de 69 años en la avenida Anselmo Clavé se someterá hoy mismo a las preguntas de la Policía Judicial. Un testimonio clave en una investigación que, por otra parte, también pasa por la revisión de las cámaras de vigilancia presentes en la zona. De momento, las fuentes oficiales de la Policía aseguran que es pronto para extraer conclusiones y que no las habrá hasta que no haya pruebas que lo corroboren. Aunque se abra la puerta a especulaciones sobre quién fue responsable del atropello.

Y en este clima se tendrá que explorar si hay alguna posibilidad de desencallar el conflicto y los paros en el servicio, ya que desde que se elevaron a seis horas diarias no ha habido reunión alguna entre las partes ni con el ayuntamiento.