Los ingresos de la zona azul y naranja de Zaragoza se estancan pese al aumento de las plazas

La recaudación de la zona azul y naranja de Zaragoza se elevó el año pasado hasta los 6 millones de euros. La cifra es ligeramente inferior a la de 2021, pese a que la oferta de plazas disponibles se incrementó en barrios con una alta densidad de tráfico y demanda para aparcar como Miraflores. Por eso llama la atención que el número de usos de 2022 se haya reducido hasta las 5.578.790 operaciones, un 2,7% menos que en 2021. Estos números tienen una lectura positiva, y es que no se ha incrementado el uso del coche para acceder al centro de la ciudad, donde se concentran las plazas de pago.

El ayuntamiento trabaja en la redacción de los nuevos pliegos del servicio. Un contrato que ampliará el estacionamiento regulado a prácticamente todos los barrios de la capital, salvo el Actur, Parque Goya, Casablanca, Valdespartera, Montecanal o Rosales del Canal, alcanzando las 23.500 plazas de pago frente a las 6.777 que contempla el actual contrato.

La licitación va con bastante retraso y tendría que haber salido el año pasado. El Gobierno de PP-Cs que esgrime el consistorio es el cambio en la franja horaria de cobro. Desde Movilidad, además de aumentar la zona azul y naranja, quería ampliarlo pero el pleno municipal decidió que se mantuviera como está, de manera que el área han tenido que adecuar la licitación y los estudios de viabilidad económica.

Actualmente, hay 6.555 aparcamientos por los que se paga de 9.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas de lunes a viernes. Son 333 plazas más que hace un año, cuando la contrata Z+M logró recuperar gran parte de los espacios perdidos durante la pandemia en favor de los veladores en calzada.

La mayoría de los pagos, hasta un 60%, se realiza a través de la aplicación del móvil, mientras que un 33% de las operaciones sigue realizándose en las máquinas que hay instaladas en las calles, que admiten tanto el pago con monedas (33%) como con tarjeta (7%). En cuanto al uso, la zona azul es la más demandada. De los 5,5 millones de operaciones registradas, el 75% fueron en estas plazas, frente a 24% de las destinadas a residentes.

El estacionamiento regulado sirve, además de para recaudar, para garantizar una mayor rotación y agilizar así la búsqueda de aparcamiento. Pero esto no significa que encontrar un hueco libre sea una tarea sencilla, de hecho, su ocupación oscila entre el 76% y el 77%.

En los barrios

La ampliación del estacionamiento regulado tardará en llegar y no se hará efectiva hasta 2024, salvo en manzanas muy concretas. La primera fase solo afectará a la zona actual (principalmente al centro), donde se tendrán que instalar las nuevas máquinas y las cámaras de seguridad.

Será entonces cuando se instalen las cámaras con las que se controlará el acceso de vehículos a la zona de bajas emisiones, ahora a medio gas y a la espera de tener un sistema que permita vigilar el paso de los coches contaminantes.

Zaragoza perdió en un año algo más de 800 plazas de estacionamiento, unas 600 de pago. De estas, la inmensa mayoría fueron ocupadas por terrazas, mientras que 200 se sustituyeron por espacios para motos y vehículos de movilidad personal (VMP) y se encuentra siempre en intersecciones o pasos de peatones, mejorando así la visibilidad del conductor.

La actual contrata Z+M solicitó una compensación económica por las pérdidas sufridas durante la pandemia, ya no solo por las plazas que perdió, sino porque la operaciones registradas descendieron hasta un 22% fruto de los meses de confinamiento en casa.

La suspensión del servicio entre el 14 de marzo y el 10 de mayo de 2020 le supuso a la empresa unas pérdidas de 319.848 euros, que el ayuntamiento compensó ampliándose la concesión durante 246 días. Esta fue la primera prórroga, porque actualmente sigue prestando el servicio.

En paralelo, el ayuntamiento ha ido incrementado los espacios de pago. Primero con las 293 plazas de San José y las 136 de Delicias y, después, con las 518 de Miraflores.