Enfado entre los vecinos

Concepción Arenal, "una calle que parece el Casco Antiguo, pero sin ruinas romanas" tras paralizarse las obras

Los planes de Inobare en la calle zaragozana han quedado suspendidos, dejando a los vecinos con la calle "intransitable"

Las obras llevan paralizadas nueve días en Concepción Arenal.

Las obras llevan paralizadas nueve días en Concepción Arenal. / ANDREEA VORNICU

Judit Macarro

Son las cinco de la tarde, la calle Concepción Arenal, que une dos vías muy transitadas como Tomás Bretón y Corona de Aragón, se encuentra vacía a excepción de dos obreros, que parecen ser los únicos que trabajan en la reparación. Las zanjas continúan abiertas tras varios meses de espera por parte de los vecinos y vecinas. Una supuesta reforma a vía peatonal que parece no llegar nunca a su fin. Sobre todo ahora que la construcción de la calzada ha sido suspendida por parte de la empresa que lo llevaba, Inobare.

La contratista, Ingeniería y Obras Aragonesas del Ebro (Inobare), ha asegurado que les es imposible continuar con los planes si no se da el visto bueno al proyecto que se presentó el 19 de enero. Por lo que han deja la calle "completamente intransitable", según Rosa, trabajadora de una academia de Concepción Arenal, "con unas obras que no se sabe cuándo van a terminar".

"Todavía nadie nos ha llamado para decírnoslo"

Rosa asegura que "durante una semana les paralizaron las obras". Algo que se ha solucionado a medias, porque, gracias a las quejas manifestadas por los vecinos y trabajadores en la página del Ayuntamiento, han conseguido que continúen. "Aunque nos estamos planteando que solo la van a parchear, todavía nadie nos ha llamado para decírnoslo", garantizaba con indignación la trabajadora.

La información que han recibido durante todo el proceso los vecinos ha brillado por su ausencia. "Desde el primer momento en el que empezaron las obras hemos estado sin saber nada", aclaraba una vecina del portal 10. "Nos cortaron el agua sin avisarnos, ni carteles ni nada", apunta.

Un desconocimiento general que ha generado mucha incertidumbre e indignación. Sobre todo por la pérdida de clientes que están recibiendo los comerciantes de la calle. La situación, tanto por el ruido provocado por los obreros como por la imposibilidad de acceder por la calle a las personas con movilidad reducida, ha provocado que muchos alumnos dejen de ir a la academia en la que trabaja Rosa. Algo que corroboran desde la papelería de la Librería Central, quienes han visto reducida la clientela durante estos meses.

Esta situación, según la vendedora de la librería, "les afecta muchísimo". No solo a nivel laboral, sino que se están generando un gran "estropicio", porque "esta mañana han venido con unos palés, pero no podían dejarlos aquí porque interrumpen el paso peatonal".

La distancia de 1, 40 metros no se respeta en la calle, dificultando el paso.

La distancia de 1, 40 metros no se respeta en la calle, dificultando el paso. / ANDREEA VORNICU

La circulación por la vía es uno de los grandes problemas, ya que, según afirma un comerciante de la zona, no se está cumpliendo la normativa. "Se deberían dejar 1,40 metros para que se pueda caminar por la acera", menciona un señor, "pero no lo hacen y, además, han puesto la verja sobre la calzada". Un estrecho paso por el que no pueden caminar dos personas a la vez y que supone un peligro para los viandantes. "Hay clavos y puedes tropezar cualquier momento", mencionaba la vecina del portal, quien añadía que le parecía "todo un peligro para sus hijos".

"Esto afecta muchísimo a la higiene"

El problema de higiene que está provocando la recogida de basuras es el primer punto del día en las quejas de los habitantes de la zona. La inviabilidad que supone el paso del camión de la basura genera la acumulación de bolsas, que al recogerlas los trabajadores o con el paso de peatones, genera la acumulación de residuos en la acera.

Además, dos veces al año los edificios son sometidos al desatasco de los bajos. "La furgoneta no puede pasar y eso afecta muchísimo a la higiene del local", explica un comerciante de la zona en cuya tienda se lleva a cabo esta acción.

Con las zanjas abiertas, la acumulación de animales e insectos que se introducen en estas ya es la gota que desborda el vaso de la paciencia para los vecinos. "Esto está muy mal, muy mal", incidía la vecina del portal 10, "soy madre y no quiero tener a mis hijos así".

Más reformas que no llegarán a puerto

Una vecina con mucha prisa menciona que estos planes han afectado también a otras calles y los negocios de ellas. "En la Calle Pilar Lorengar hay un mecánico que ha trasladado su local a otro por las obras", explica la mujer. Unas reformas de peatonalización que no llegarán a puerto, a pesar de que Óscar y su local, Talleres Lorengar, finalmente abandonen la zona.

"El problema era que cuando se mencionó que también se hacía esta calle, nosotros necesitamos el hueco de las plazas de parking que usábamos en el taller", explica Óscar. Por ello, el mecánico buscó otro taller porque "según el Ayuntamiento las obras iban a empezar el segundo semestre de este año".

La sensación general de los habitantes es que "para esto, que lo hubieran dejado como estaba", declaraba una vecina. Rosa, entre risas, añadía que los vecinos de Concepción Arenal se encuentran en "una calle que parece el Casco Antiguo, pero sin ruinas romanas".