Zaragoza urge al Estado las ayudas para cubrir los daños de la tormenta

Aunque a simple vista no lo parezca, Zaragoza sigue recuperándose de la tormenta del pasado 6 de julio. Una tromba de agua que pasará a la historia por las situaciones de caos y peligro que se vivieron en los barrios y polígonos de la capital, con ríos de agua por calles tan transitadas como las de Parque Venecia. Un mes después siguen aflorando daños, que son cuantiosos y de lo más dispar, por lo que el ayuntamiento ha tenido que priorizar sus intervenciones centrando el foco en los centros escolares mientras espera a que el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez atienda su petición y apruebe la declaración de zona catastrófica. No es un capricho porque de no conseguirlo, la capital --y las empresas privadas-- se quedará sin las ayudas que reclama para hacer frente a los daños.

La concejala de Hacienda y Fondos Europeos, Blanca Solans, ha comparecido para urgir a Sánchez y recordarle que el Fondo de Contingencia cuenta «3.964 millones de euros» que bien podrían utilizarse para una situación tan excepcional como la vivida hace un mes en Zaragoza. «Es necesario que se declare a la mayor brevedad y sin excusa alguna la zona de emergencia y se doten, si hace falta, del Fondo de Contingencia del Estado», exigió Solans, que recordó que los destrozos en bienes municipales ascienden a más de 2,5 millones, a los que se suman cerca de 50 del sector privado. «A medida que avanzan los días, las empresas tienen un diagnóstico mayor», explicó antes de cifrar en «80 millones» la suma de los daños públicos y privados. Por ahora.

En el caso de los equipamientos públicos, más de una veintena ha sufrido inundaciones en sus sótanos o plantas bajas. La lista es larga y en casi todos la problemática es común: daños en sus cubiertas con sus correspondientes goteras. Sucede, por ejemplo, en el Teatro Principal, donde hay que reparar el tejado y revisar todos sus desagües. En el del Mercado, cerrado por el momento, hay que cambiar puertas, arreglar camerinos, el taller y la entrada al hall, hasta donde se coló el agua.

En el listado hay hasta seis escuelas infantiles pendientes de reformas y un largo proceso de limpieza y retirada de lodo y restos. Hay que revisar los cuadros eléctricos y todos sus techos, como el del centro María Urrea (Actur), donde se desprendió una parte del mismo. La más afectada fue la Escuela Infantil La Paz, arrasada por el agua y el lodo y en pleno proceso de rehabilitación. La planta baja de este centro se inundó por completo dañando material y juguetes por valor de 2.600 euros, además de puertas y baños. Incluso se ha tenido que levantar el suelo y sustituirlo por otro nuevo.

Las bibliotecas municipales no sufrieron mejor suerte, la de Delicias ha tenido que clausurarse a la espera de que los técnicos decidan qué actuaciones deben acometerse para garantizar la seguridad de esta instalación. El resto, como la Ricardo Magdalena, María Molinero la del barrio Sam José comparten la misma problemáticas: las malditas goteras.

El colegio María Zambrano sigue a la espera de los informes

Solans aseguró que se va a actuar en todos los espacios para que vuelvan a operar en las mejores condiciones, pero confesó que no será inmediato. Habrá que ir paso a paso. Por ahora el consistorio está centrando sus esfuerzos en los centros escolares, que en septiembre tienen que estar en perfectas condiciones. «No es que sean los más importantes, son los más urgentes por la vuelta al cole», admitió Solans, que hizo mención a la importancia de «recuperar la normalidad» cuanto antes. Una normalidad que en el caso del colegio María Zambrano de Parque Venecia sigue pendiente de los informes técnicos.

Los primeros contratos de emergencia firmados, que ascienden a 680.000 euros, van a permitir adecuar la Escuela Infantil de La Paz, el centro deportivo de Valdefierro y, también, las instalaciones de la Policía Local en Parque Venecia.

En cuanto a los viales más afectados destacan sin duda los de Parque Venecia y la Z-30, además de la avenida Muralla de Santa Fe, el Camino de Fuente de la Junquera y Camino del Alfaz; o el vial municipal situado en la avenida Casablanca. Estas actuaciones tienen un coste de unos 525.000 euros, que se suman a los 950.000 euros que va a costar poner a punto todas las zonas verdes dañadas.

Esta es la foto fija que la alcaldesa, Natalia Chueca, le trasladó por carta la semana pasada al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y a la aragonesa Pilar Alegría. Por ahora solo ha recibido respuesta de Alegría, que ha mostrado su disposición a remitir la solicitud de declaración de zona de emergencia al Ministerio de Política Territorial y al del Interior. Un gesto insuficiente para el Gobierno del PP porque «no sabemos una fecha concreta», lamentó Solans, que reiteró que hay «una dotación suficiente para hacer frente a este tipo de situaciones».