Instalaciones municipales

El Ayuntamiento de Zaragoza inspecciona el spa de Ranillas y confirma su «mal estado»

La Justicia vuelve a fallar a favor del ayuntamiento y anula el contrato con Cublan

Los técnicos constatan el escaso mantenimiento de las instalaciones

Carlota Gomar

Carlota Gomar

Solo hace falta darse un paseo por los alrededores del spa de Ranillas para darse cuenta del abandono que ha sufrido el centro termal, ubicado en el Parque del Agua Luis Buñuel, en Zaragoza. Las baldosas rotas y hechas añicos en el suelo, sumado a las malas hierbas que empiezan a brotar por sus fachadas, al agua estancada en el acceso al garaje o a los cristales rotos, hacen presagiar que su interior no está mucho mejor. Y así es. Los técnicos municipales visitaron el pasado viernes las instalaciones y concluyeron que el estado del centro termal «es malo». A simple vista, el centro necesitaría de una intervención concienzuda para poder abrir sus puertas de nuevo. 

Por ahora, el ayuntamiento ha recuperado la titularidad del recinto. El pasado viernes, el Gobierno de Zaragoza quedó enterado de la sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 2 que acordaba la resolución del contrato con Cublan Inversiones, la empresa que se ha encargado de la gestión el centro. Así que, tras un largo proceso judicial (que no ha terminado porque son varias las causas), el consistorio puede empezar a trabajar para poner a punta estas instalaciones municipales. Cómo se hará es todavía una incógnita. 

El ayuntamiento tiene previsto revisar a fondo las instalaciones durante esta semana y, una vez se conozca realmente su estado y los trabajos que necesitaría para su adecuación, se empezarán a tomar decisiones, según fuentes municipales.

En el primer chequeo de los técnicos se constató «su mal estado debido a la falta de inversiones y el paso del tiempo», admitieron las mismas fuentes, que hicieron hincapié en el tiempo que lleva cerrado, lo que ha agravado su situación. 

Para el Gobierno del PP la «única solución» para recuperar «esta concesión fallida» y poder darle una salida pasaba por la resolución del contrato. La concesión del spa de Ranillas incluía la gestión del minigolf y un restaurante que tampoco pasa por su mejor momento. Actualmente lo explota otra empresa en régimen de alquiler que, al parecer, no abona la renta porque, debido a las deudas de Cublan, han acabado con el corte del suministro de luz y tiene que costear de su bolsillo el grupo electrógeno del que se abastece.

Desde el Gobierno municipal barajan varias posibilidades para poder sacar a concurso público la explotación de estas instalaciones, bien sea en un único contrato, como se hizo en su día, o fraccionado, con tres lotes que diferencien la gestión del spa de la del local de restauración y del minigolf. Esta última alternativa parece complicada ya que comparten instalaciones. 

La relación entre el consistorio y Cublan no ha sido sencilla. La situación financiera de la concesionaria no es muy favorable y acumula unas deudas que ascienden a 14,6 millones de euros, los que, junto a sus acreedores, pretendía que asumiera el ayuntamiento. Además, tiene una deuda contraída con el ayuntamiento de 213.876,95 euros por el impago de las tasas municipales.

Ahora, el juzgado mercantil avala la reversión de la concesión principalmente por una razón, que no es otra que la situación económica en la que se encuentra la empresa, en concurso de acreedores. Está por ver ahora si el consistorio tendrá que subrogar a la plantilla. 

La empresa que gestionó el spa en sus años de gloria ha perdido hasta ahora todos las causas judiciales abiertas contra el consistorio. Trató sin éxito de responsabilizar al ayuntamiento de su quiebra por no autorizar una operación con la que pretendía recurrir a la financiación privada para salir a flote y resucitar este negocio. El consistorio no lo autorizó porque suponía hipotecar este centro de titularidad pública y la Justicia consideró que no era buena idea al carecer de la licencia de funcionamiento. Licencia que, casualidad, consiguió 12 después de abrir y pocos días después de que el Juzgado de lo Mercantil planteara la reversión de la concesión.