gastronomía

Así se elabora en Zaragoza el mejor torrezno del mundo

El bar Chicago, en el barrio zaragozano de La Almozara, se coronó ayer en Burgo de Osma y consigue traer el título históricamente soriano a Aragón

Así se elabora en Zaragoza el mejor torrezno del mundo

Jaime Galindo

Judit Macarro

Judit Macarro

Desde primera hora de la mañana el teléfono del Bar Chicago, del barrio de La Almozara, no ha parado de sonar. Todo han sido felicitaciones y reservas para poder probar un trozo de "el mejor torrezno del mundo", que desde este domingo pasa a ser zaragozano. José María Calvo gerente y copropietario del bar Chicago junto a su hermano Juan Carlos Calvo volvieron desde El Burgo de Osma con el triunfo para la capital de Aragón, "es la primera vez que este premio no se lo lleva un Soriano", ha asegurado esta mañana José María.

Desde su infancia, cuando su madre les preparaba a él y a su hermano torreznos con huevo para almorzar, sus vidas han girado en torno a este alimento. "Hemos perfeccionado la técnica, buscando la mejor carne y la temperatura perfecta de cocción", ha explicado el cocinero.

El bar Chicago abrió sus puertas en 1976, por aquel entonces eran los padres de los actuales dueños los que llevaban el establecimiento hasta que, en 2001, José María y Juan Carlos tomaron las riendas. Al día, el dueño del local asegura que se sirven entre "100 y 120 piezas al día", señala el primero.

Hace un par de años, los hermanos Calvo se enteraron del concurso que ahora les ha llevado a lo más alto. "El primer año que nos presentamos aquí en Zaragoza también fuimos seleccionados para ir a El Burgo de Osma, aunque ese año nos quedamos a las puertas", recuerda el copropietario. Este año volvieron "con mucha más ilusión" y ello les sirvió para volver a Zaragoza como los mejores del mundo.

José María Calvo gerente y copropietario del bar Chicago elaborando los torreznos.

José María Calvo gerente y copropietario del bar Chicago elaborando los torreznos. / Jaime Galindo

Cariño y un producto de calidad

El truco y éxito de su receta José María lo asocia a "todo el cariño que le ponemos a la hora de prepararlo", aunque añade que "la calidad de la panceta, también es muy importante". El primer paso para conseguir este plato comienza por cortar la panceta, "unos dos dedos de ancho aproximadamente". Tras el corte, toca introducir el producto en el horno para que se haga la carne, "buscamos que esté jugosa", asegura.

Una vez la panceta está ya cocinada "hay que introducirla en la sartén bien abajo para que coja bien el aceite y, así, asegurándonos que la corteza queda muy esponjosa", añade. Después, el torrezno ya está listo para servirlo, algo que en el bar Chicago se encargan de hacer "al momento de su preparación, para que el cliente disfrute al 100% el producto".