La degradación del espacio público

Las plazas de Lolita Parra y La Albada en Zaragoza esperan resignadas su reforma

Siendo alcalde, Jorge Azcón anunció actuaciones en estos dos espacios del Oliver y La Jota

Los vecinos creen que las obras no deberían haberse aplazado

Iván Trigo

Iván Trigo

Jorge Azcón, siendo alcalde de Zaragoza, anunció en 2021 la puesta en marcha de la llamada Operación Plazas, un plan que en su primera edición contó con 2 millones de euros de presupuesto y que suponía renovar siete espacios públicos de la ciudad: la plaza de la Magdalena, la de Santa Cruz, la de Lolita Parra, la de La Albada, la de Reina Sofía, San Pedro Nolasco y la glorieta Esperanto. Pero no todas se ejecutaron y todavía hoy, a pesar de que el PP sigue en el Gobierno, no se han llevado a cabo.

Quizá los casos más preocupantes son el de la plaza Lolita Parra, en el Oliver, y el de la plaza La Albada, en La Jota, puesto que el estado que presentan ambos espacios es claramente mejorable.

«Llevamos mucho tiempo reivindicando la reforma de la plaza Lolita Parra y cuando lo anunciaron lo celebramos. Pero desde entonces nadie se ha puesto en contacto con nosotros para decirnos si al final lo van a hacer o no», lamenta el presidente de la asociación de vecinos del Oliver, Manuel Clavero.

«Sin duda es una necesidad. El firme está todo agrietado y a diferentes niveles. Y creemos que tendrían que quitar el asfalto porque el aspecto de la plaza, aunque haya árboles de gran porte, es muy duro», dice Clavero.

La reforma de la plaza Lolita Parra consta en el Plan Integral del Barrio Oliver (PIBO) desde hace años. «Pero parece que ha caído en saco roto. Y con el tiempo el deterioro va a más», lamenta.

La necesidad de una reforma integral es patente con tan solo echar un vistazo. Bancos rotos. Grietas en el suelo. Basura. Escalones. Pintura levantada en las áreas de juegos infantiles. «Es ya también por un tema de accesibilidad, porque hay unas grietas que la hacen intransitable», denuncian desde la asociación de vecinos.

Quejas similares se repiten en el barrio de La Jota al respecto de la plaza de La Albada, «que es el corazón del barrio y tiene mucho uso», dice el presidente de la asociación vecinal, Juan Andrés. «La reforma ni está ni se le espera», lamenta.

En este lugar «se ha perdido mucho arbolado» y, cada vez que llueve, se crean grandes charcos en distintas zonas de la plaza. Las columnas que sostienen la pérgola que recorre dos laterales de las zonas verdes apenas reciben mantenimiento y los anclajes de metal han quedado a la vista.

«Pensamos en proponer a los vecinos que adoptaran una columna para pintarla. No descartamos hacerlo nosotros ante la dejadez del ayuntamiento», critica Andrés. La zona de juegos infantiles está sin vallar y tiene muchos años. Y el escenario, que se utiliza mucho, presenta un estado «muy degradado».

Cuando se anunció la reforma, la asociación vecinal de La Jota hizo una encuesta entre los habitantes de la zona para conocer sus preferencias sobre la intervención que debía llevarse a cabo. Pero las opiniones que recogieron de poco han servido. «Nadie nos ha comunicado nada desde el ayuntamiento sobre si se retrasa la obra o es que renuncian a ella», lamenta Andrés.

Azcón vendió la Operación Plazas como una iniciativa que iba a llegar a varios barrios de la ciudad y que tendría continuidad. Pero de las siete actuaciones anunciadas, solo se llevó a cabo una reparación mínima en la plaza Santa Cruz y la reforma integral de la plaza de La Magdalena, en el Casco Histórico, se actuó en la plaza Reina Sofía, en San José, y se adecuó la glorieta del Esperanto. Por otro lado se descartó, tal y como avanzó este diario, la plaza San Pedro Nolasco y nada se sabe de las obras en Lolita Parra y La Albada. 

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