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La reforma de la plaza San Pedro Nolasco acaba en el cajón dos años y medio después de anunciarse

El entonces alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, la anunció en 2021 y ahora el Gobierno municipal no tiene planes de iniciarla en el corto plazo 

El ayuntamiento pagó ya más de 14.000 euros para redactar el proyecto de las obras 

Vista desde las alturas de la plaza San Pedro Nolasco, en el centro.

Vista desde las alturas de la plaza San Pedro Nolasco, en el centro. / JAIME GALINDO

Iván Trigo

Iván Trigo

Fue en el debate del estado de Zaragoza del año 2021, que se celebró el 4 de noviembre, cuando el entonces alcalde, Jorge Azcón, anunció la reforma de la plaza San Pedro Nolasco de la capital aragonesa, en pleno corazón del Casco Histórico. Cuatro meses después, el ayuntamiento de la capital aragonesa licitó un contrato para que una empresa externa se encargara de la redacción del proyecto de renovación del entorno. Pero hoy, dos años después y con su sucesora Natalia Chueca al frente, nada se sabe de cuándo entrarán las máquinas a trabajar.

Según explica el Gobierno municipal del PP, en estos momentos «hay distintos proyectos para renovar calles y plazas en todos los barrios de la ciudad». «Para este 2024, San Pedro Nolasco no está en la programación de obras», afirman estas mismas fuentes, lo que supone dejar en un cajón un proyecto que ya estaría redactado y por el que el consistorio pagó más de 14.000 euros a la consultora de arquitectura Idom, la misma que se está encargando de diseñar la nueva Romareda.

Entre el anuncio de hace más de dos años y la actualidad también ha habido cambios en la estructura del Gobierno municipal que han podido propiciar el retraso de la reforma de la plaza San Pedro Nolasco. En el mandato anterior, la responsable del área de Infraestructuras era Patricia Cavero, mientras que en la actualidad ese cargo lo ostenta Víctor Serrano, quien es también el titular de Urbanismo en el equipo de la alcaldesa, Natalia Chueca.

No obstante, la reforma de esta céntrica plaza nunca suscitó demasiados consensos. En su momento, tras ser consultadas por este diario, las dos federaciones de asociaciones vecinales que existen en la ciudad (la FABZ y Unión Vecinal Caesaraugusta) reconocieron que la renovación de San Pedro Nolasco no era una prioridad ni se encontraba entre las demandas planteadas los por vecinos del Casco Histórico. Si bien, es cierto que la plaza data de 1990 y, a simple vista, se pueden observar desperfectos que no estaría de más reparar.

Las mayores deficiencias de la plaza San Pedro Nolasco están en el firme. Las raíces de los árboles, muchos de gran porte, han agrietado las losas que conforman el suelo. Hay también baldosas rotas y la zona que rodea la fuente y el monumento a los hermanos Argensola está deteriorada. En su momento, el equipo del alcalde Azcón planteó invertir 800.000 euros en la renovación de este espacio público y las obras, si todo hubiera seguido su curso, tendrían que haber comenzado en 2023.

La fuente es una de las partes más deterioradas de la plaza de San Pedro Nolasco.

La fuente es una de las partes más deterioradas de la plaza de San Pedro Nolasco. / JAIME GALINDO

Pero en el proceso de redacción del proyecto de reforma apareció más de un obstáculo, como fue la dificultad a la hora de poner de acuerdo a los vecinos con los hosteleros que tienen sus negocios en San Pedro Nolasco sobre las necesidades del lugar y el cómo debían acometerse las obras.

En un primer momento, el planteamiento del ayuntamiento era crear una pequeña zona verde y una área de juegos infantiles. También se iban a renovar las calles que rodean la plaza (San Jorge y Hermanos Argensola), pacificándolas y elevándolas a cota cero para ganar espacio para el peatón.

¿Restos arqueológicos?

Tras más de una reunión entre vecinos y hosteleros, el ayuntamiento determinó que lo mejor era reducir el tamaño de la fuente, eliminar el quiosco de prensa que se instaló hace unos años –que está vacío y sin uso– y cambiar la configuración del mobiliario para ganar espacio y poder ganar sitio.

Pero los hosteleros advirtieron entonces de otro problema: los plazos. En 2022, los bares y restaurantes de la ciudad estaban cerca de ver la luz después de dos años de pandemia y restricciones. Unas obras les hubieran dejado entonces sin terraza, fuente principal de sus ingresos, por lo que el golpe tras el covid hubiera sido casi mortal. Y es que desde el consistorio no supieron concretar cuánto iban a durar las obras y menos en un entorno muy cercano al Teatro Romano, donde levantar el subsuelo puede suponer encontrar restos arqueológicos que habrían supuesto alargar los plazos de la reforma mucho más de lo previsto. Así que por el momento, San Pedro Nolasco tendrá que esperar. 

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