"Tenía 37 años y una hija de 5 cuando me dijeron que tenía cáncer de ovarios. Crees que se han equivocado y que eso no va contigo, pero poco a poco tomas conciencia". Sole Bolea, una de las fundadoras de la Asociación de Mujeres Aragonesas de Cáncer Genital y Mama (Amac-Gema), sufrió la enfermedad hace 20 años. El tumor estaba en estado avanzado, de los que provocan la muerte en un 75%, pero Sole salió adelante. No hubo secretos más allá de un trabajo psicológico que le daba la vida. "La operación y la quimioterapia dan paso a un la incertidumbre, el miedo y angustia, pero supe que necesitaba el apoyo de gente que hubiera superado la enfermedad y me trasladaba a Barcelona después de cada sesión para llevar a cabo ese trabajo psicológico que me hacía sentir mejor", recuerda.

Cuando Sole se recuperó, decidió enseñar a los demás lo que ella había aprendido. "Me matriculé en la UNED para estudiar Psicología, pasados los 40, y me especialicé en psiconcología porque me apasiona apoyar". De hecho, subraya que "las crisis son duras, pero si la utilizas incluso puedes decir que te ha cambiado la vida a mejor y aprovechar momentos de enriquecimiento y aprendizaje".