El Centro de Cooperación Policial y Aduanera de Canfranc cumplirá este verano diez años de actividad, desde que se eliminase el puesto fronterizo de Canfranc. Ya entonces había pasado otra década desde que España se adhiriese al tratado para la libre circulación de ciudadanos europeos. Una libertad que, salvo raras excepciones como la cumbre mundial de Barcelona --con un cierre unilateral de fronteras--, se ha mantenido inalterada. El centro ha ido creciendo y mejorando hasta contar actualmente con alrededor de 70 efectivos, instalados en el edificio de tres plantas de Canfranc Estación, a escasos metros del cuartel de la Guardia Civil y con buenas vistas de la antigua frontera ferroviaria oscense.