El nuevo equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza ha tomado ya su primera decisión en materia económica. El teniente de alcalde de Economía, Hacienda y Cultura, Fernando Rivarés, siguiendo los pasos que ya se dieron el pasado miércoles en el consejo de administración de Zaragoza Alta Velocidad (ZAV), ha ordenado al servicio de Finanzas del consistorio que inicie los contactos con el Adif y con la Dirección General del Tesoro para renegociar las condiciones del préstamo de ZAV que el ayuntamiento debe asumir al constituir el 25% de esa sociedad pública.

A juicio del propio Rivarés, que en su primera comparecencia como portavoz del equipo de Gobierno municipal tachó de "criminales" las actuales condiciones del préstamo, hay que buscar una "solución inmediata" a la deuda de ZAV que, según detalló, lastra las finanzas municipales y resta autonomía al consistorio al no poder contar con esta cuantiosa suma. La deuda de ZAV asciende, de hecho, según las propias cifras que ayer aportó Rivarés a 360 millones de euros a repartir entre todas las Administraciones públicas que integran la sociedad --25% el consistorio, 25% la DGA y 50% Fomento a través de Renfe y Adif--.

Es decir, que al consistorio le correspondería aportar 67 millones de euros en los próximos cuatro años, 11 millones este ejercicio.

Pero, además, los préstamos están gravados con intereses que oscilan entre el 4% y el 5%, una cifra, detalló el responsable de Economía y Hacienda municipal, muy por encima de los intereses que ahora se otorgan en el mercado y que rondan incluso el 1% para las Administraciones públicas.

"Esto no lo vamos a permitir. Vamos a respetar todos los acuerdos y vamos a pagar todas las deudas, incluso las que no estemos de acuerdo, pero se han de cambiar los plazos y las condiciones de pago, que se aproximan a la usura", indicó, sobre todo si se tiene en cuenta que algunas de estas entidades bancarias han sido, además, rescatadas con dinero público. "Son nuevos tiempos y han de ser nuevas condiciones", apuntó Rivarés, que, como ya también se detalló en el consejo de administración de ZAV, apostó bien por rebajar los intereses o bien ampliar el plazo.

Cualquiera de estas soluciones permitiría a las cuentas municipales tener cierto desahogo para las prioridades del actual equipo de Gobierno, es decir, aplicar el plan de emergencia social. En cualquier caso, Rivarés apuntó la necesidad de conocer la situación exacta de las cuentas --"no porque dudemos de nada sino porque queremos conocer toda la información", matizó-- y, para ello, "seguramente" la próxima semana se encargará a los propios funcionarios la realización de una auditoría, tanto de la situación económica del propio ayuntamiento como de las contratas.

Esta auditoría no se encargará a ninguna empresa externa, sino que será realizada por los propios técnicos municipales. "El ayuntamiento tiene mucha plantilla y es muy eficaz. Son los mejores para llevar a cabo casi cualquier trabajo", aseguró el teniente de alcalde, quien no puso fecha a ese examen de las cuentas. "Las cosas hay que hacerlas bien", indicó.