Carlos Aranda ha cerrado su capítulo en el Real Zaragoza de un portazo. No volverá a jugar más con el equipo aragonés. El delantero ha manifestado en el ensayo de esta mañana que no se encontraba en condiciones anímicas para jugar contra el Sevilla tras el fallecimiento de su abuela, la persona que se encargó de criarle y educarle junto a sus tíos maternos al quedarse sin padres a una edad muy temprana --su padre les abandonó y su madre murió de cáncer--.

Su explicación parecía razonable hasta cierto punto, pero le añadió un condimiento que no está dispuesto a consentir el club aragonés, como refleja en un comunicado que ha colgado en su página web. El atacante malagueño le dijo al técnico que se iba a Granada cuando este le requirió para conocer su estado físico y moral, ya que tenía la intención de incluirle en la lista de 20 convocados que ha diseñado para la cita de Copa de mañana.

Esta negativa ha sido considera por la entidad como una rebeldía en toda regla y actuará en consecuencia. "Supone un flagrante incumplimiento de su contrato", se puede leer en el portal, donde especifica tiene contrato en vigor firmado con el Real Zaragoza hasta el próximo 30 de junio y que solo saldrá de la disciplina del Real Zaragoza si se llega a un acuerdo satisfactorio para los intereses de nuestro club".

La reacción del Real Zaragoza ha sido contundente al abrir expediente disciplinaro al futbolista y "ejercer cuantas acciones considere oportunas para hacer cumplir las obligaciones y compromisos que se derivan del contrato suscrito con Carlos Aranda".