La mayoría de los negocios de productos ecológicos trasciende el concepto de tienda donde comprar alimentos cultivados sin sustancias químicas y respetando el medio ambiente. Encierra una filosofía de vida y compromiso con la sociedad. Es el caso de La Natural, en el paseo Fernando El Católico de Zaragoza, convertida en un referente para un colectivo que no deja de crecer, preocupado por la comida sana pero fomentando un consumo responsable, una alimentación sostenible de temporada y unos salarios dignos para los productores. Su éxito es incontestable: las ventas crecen un 30% anual, su plantilla ha crecido hasta los nueve trabajadores y ya se prepara para abrir un segundo establecimiento en el Actur y diversificar sus líneas de negocio hacia el textil y la restauración.

Este comercio nació hace tres años y medio fruto de la valentía de Jesús Bayego y Jorge Rodríguez. "Éramos consumidores de ecológico y veíamos las carencias que había, así que decidimos lanzarnos a esta aventura en plena crisis", admite Bayego. El objetivo era "ofrecer la mayor cantidad posible de productos a la vez, para el cliente pudiera hacer toda su compra en el mismo sitio". Así, La Natural fue pionera en reunir alimentos frescos de proximidad, producto envasado, cosmética, higiene personal, limpieza del hogar y un surtido para niños.

Pero ya no está sola. Desde hace unos meses proliferan en las calles de Zaragoza negocios de herbodietética y nutrición saludable, y recientemente han abierto sus puertas otros supermercados del mismo tipo. "La competencia, si hace bien su trabajo y no se centra solo en el precio, nos beneficia, porque contribuye al crecimiento del sector", considera. Además, La Natural organiza actividades terapéuticas e informativas, talleres de cocina o sesiones de yoga y pilates.

Bayego nota un cambio en el perfil del cliente. "Antes era mujer, de unos 40 años, madre, con estudios y un poder adquisitivo medio-alto. Ahora es muy variado, hay más sensibilidad", compara. Los productos más vendidos son los frescos "porque es donde se percibe mejor el sabor", pero aclara: "Es posible tener una alimentación natural sin extremismos. No hace falta ser vegetariano".