La comunidad aragonesa atiende al año una media de 30 casos de malaria, todos ellos importados, según los datos facilitados por el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón. En lo que va de año, y contando con el paciente guineano que fue sospechoso de padecer ébola, ya han habido 17 enfermos por este parásito que es transmitido con la picadura de un mosquito. Razón por la que no existe riesgo de contagio y por la que los pacientes no son ingresados en unidades de aislamiento ni de infecciosos. Existen varios tipos de mosquitos que la transmiten y los parásitos atacan a los glóbulos rojos. Según la consejería de Sanidad, en los últimos diez años por los hospitales aragoneses han pasado 309 pacientes enfermos de paludismo. Todos ellos llegaron a España con el parásito, recalcaron desde Sanidad. Entre sus síntomas destaca la fiebre alta, la cefalea, los vómitos y los dolores musculares. Existe una vacuna de prevención y que puede generar efectos secundarios, como vómitos y mal estado general.