El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha calificado de “muy preocupantes” las noticias que llegan desde el grupo automovilístico PSA, quien ha anunciado que ha trasladado hoy a los sindicatos la decisión de paralizar todos los trabajos relacionados con la llegada del nuevo Corsa a la planta de Figueruelas e iniciar el estudio de un emplazamiento alternativo para este modelo en otra factoría del grupo.

Lambán ha anunciado que ya se ha puesto en contacto con la consejera de Economía de la DGA, Marta Gastón, para que organice “de la manera más urgente posible, si es posible para mañana” un encuentro con la dirección y el comité de la empresa para hacer una reflexión conjunta, dada la gravedad de la situación. Lambán ha hecho hincapié en que esta decisión “nos aboca a una situación muy complicada” debido al amplio sector de la automoción en la comunidad que depende de Opel.

El presidente no ha querido hacer pronósticos ni calificar la decisión adoptada por la dirección de PSA, pero ha insistido en que este desencuentro “trasciende, con mucho, el efecto inmediato que puede tener sobre la planta”. Preguntado acerca de la reunión que mantendrá con las dos partes implicadas en el conflicto, ha asegurado que aunque la DGA no es una instancia mediadora, son “defensores del interés general de Aragón, muy respetuosos de la empresa y por supuesto de los trabajadores”.