Primero sorpresa. Luego enfado. Y para acabar, contestación. A las mareas ciudadanas, sean del color que sean, no les han sentado nada bien las palabras del presidente de las Cortes, José Ángel Biel, ni de la jefa del Ejecutivo, Luisa Fernanda Rudi. Ambos dudaron de su representatividad y de defender solo intereses particulares. Consideran que ambos viven en una "burbuja" que les impide ver la realidad de la calle.

"Defendemos la sanidad. Eso no es un interés particular y no representamos a ningún partido. Sacamos a miles de personas a la calle, de todas las edades y condiciones. Me parece que es un argumento triste y demuestra que los políticos siguen viviendo en una burbuja", explicó Ana Asensio, una de las portavoces de Marea Blanca (sanidad).

Para Pedro Arrojo, impulsor de la Marea Azul (agua), Biel y Rudi están "confundidos". "Nosotros no queremos ser un movimiento electoral. Como tampoco lo es el colegio de ingenieros, por ejemplo, que cuando quiere opina sobre los temas que le incumben. No hemos pasado por las urnas, pero la democracia es algo más que ir a votar cada cuatro años", subrayó.

LEGITIMIDAD En lo que todas las plataformas coinciden es en que las movilizaciones están cogiendo a contrapié a los políticos, que no terminan de entender qué sucede. "Ellos tampoco tienen demasiada legitimidad porque para empezar están incumpliendo todo lo que prometieron en la campaña electoral. Al final nosotros representamos al joven que se ha quedado sin beca o al padre cuyo hijo ha tenido que emigrar. Lo que está claro es que no tienen ninguna consideración ni respecto por lo que la calle les está pidiendo. Y así les va", lamentó Alfonso Alegre, portavoz de Marea Verde (educación).

"La democracia es participación y compromiso diario y no puede reducirse a votar cada cuatro años", destacó el portavoz de la Marea Naranja (servicios sociales), Luis García. "La señora Rudi confunde democracia con mentira, incumpliendo su programa electoral. Democracia es gobernar para la ciudadanía aragonesa, no para beneficiar a los mercados financieros causantes de esta crisis", dijo. Y recordó que su plataforma lucha por los derechos sociales, "por los niños sin beca de comedor, por el mantenimiento de la ley de dependencia, por unos ingresos mínimos para todos, por el derecho a la vivienda, por los servicios sociales, esto sí es democracia. Quitarnos derechos, prestaciones y servicios a los ciudadanos, tal y como hace el PP, para que unos pocos banqueros se enriquezcan no lo es".

Todas las mareas insisten en que sus protestas son una forma más de participación ciudadana. "El modelo de partidos, con políticos elegidos cada cuatro años que toman decisiones que tienen consecuencias para el futuro está siendo rechazado en la calle. Cada movilización masiva les está desautorizando, pero nosotros no queremos representar a todo el mundo, eso es imposible", matizó Pedro Arrojo.

"Quizás los intereses particulares los tienen ellos. A los funcionarios se les obliga a jubilarse a una determinada edad, pero ¿cuántos años tiene José Ángel Biel? Quizás debería tomar él también ese mismo camino. Somos colectivos sociales, que defendemos una sanidad pública, universal y gratuita. Todo esto se está perdiendo y tenemos derecho a quejarnos", destacó la portavoz de Marea Blanca.

Biel y Rudi insistieron en que es necesario el máximo consenso para tomar las medidas que ayuden a salir de la crisis. Las plataformas están de acuerdo con eso. Pero matizan que sus declaraciones desautorizando sus protestas no ayudan precisamente a mejorar el clima social que viven Aragón y España.