El profesor del colegio Escolapias Calasanz de Zaragoza arrestado el pasado miércoles como presunto autor de las grabaciones a compañeras suyas en el servicio de señoras quedó en libertad con cargos, tras declarar ante el titular del Juzgado de Instrucción número 5, Francisco Picazo, en funciones de guardia. El colegio remitió ayer, tras la publicación de la noticia del arresto en EL PERIÓDICO, una circular en la que informaba a los padres de los hechos por los que fue detenido el docente.

La Policía informó de que, tras su arresto, registraron su domicilio e inspeccionaron el material informático que guardaba. Encontraron una carpeta, bautizada como Pilladas, en la que almacenaba vídeos de traseros femeninos --preferiblemente con minifalda--, grabados con cámara oculta en establecimientos públicos de la ciudad.

El colegio ha convocado el lunes a los padres de los alumnos de segundo curso de Primaria --no de Infantil, como publicó este diario por una confusión en la página web del centro-- a los que tutorizaba hasta ahora, para darles explicaciones y comunicarles las posibles medidas disciplinarias adoptadas contra él.

Según fuentes del colegio, el profesor llevaba muchos años, unas dos décadas, impartiendo clases allí --de hecho tiene tres hijos matriculados en el centro-- y nunca se había visto envuelto en problemas, mucho menos de esta gravedad.

El profesor, M. A. P. G., fue detenido el miércoles después de que una compañera del colegio descubriera, mientras utilizaba el servicio, que había una cámara enfocando a la zona de los genitales. Tras la alarma inicial, la profesora avisó a la Policía, que estableció un dispositivo de vigilancia hasta que comprobó cómo el profesor entraba a recoger el dispositivo, tras lo cual procedió a su arresto.

El centro anunció su intención de personarse en la causa penal que se abra contra el profesor, cuando esta sea asignada por reparto a un juzgado de instrucción. Y aclaró, tras los rumores surgidos a lo largo de la mañana de ayer, que el baño donde se encontró la cámara era utilizado exclusivamente por las trabajadoras del centro. Pero la Policía sí investiga si entre sus archivos hay imágenes de menores de edad.

Fuentes del colegio concertado manifestaron también su sorpresa y preocupación por los hechos, y confiaron en que la investigación judicial determine la responsabilidad del profesor.

PENAS El delito contra el honor que presuntamente habría cometido el docente con este tipo de grabaciones se castiga con penas de entre uno y cuatro años de cárcel, además de multas de entre 12 y 24 meses.

Hace unos meses hubo un precedente muy similar en Zaragoza, el de Daniel D. C., para el que la Fiscalía pedía dos años de cárcel por haber grabado a muchas mujeres --la Policía encontró hasta 199 archivos de grabaciones-- haciendo sus necesidades en baños públicos. Le detuvieron a raíz de un intento fallido en los servicios de un centro comercial de Zaragoza.

Finalmente, el joven pactó una indemnización con la víctima, una multa de 1.080 euros y una condena de un año de cárcel, en principio eludible. Pero al poco tiempo volvieron a detenerle en Mallén, por intentar realizar el mismo tipo de grabación en los baños del pabellón de Mallén. También en esta ocasión la víctima le pilló in fraganti, y salió para encararse con él. Pese a que huyó, fue arrestado y la Guardia Civil conectó estas diligencias con otras que tenía abiertas por hechos similares en Casetas. Ahora tendrá que hacer frente a ambas.