La política fiscal de la comunidad

Los ricos de Aragón: casi 100 más pero casi la mitad ya no pagará el impuesto de Patrimonio

El número de grandes fortunas vuelve a marcar su nivel máximo, con 15.871, pero el 41,5% de ellas dejarán de pagar el tributo en el presente ejercicio por la subida del mínimo exento a 700.000 euros

La vicepresidenta y consejera de Economía de la DGA, Mar Vaquero, conversa con el titular de Hacienda, Roberto Bemúdez de Castro.

La vicepresidenta y consejera de Economía de la DGA, Mar Vaquero, conversa con el titular de Hacienda, Roberto Bemúdez de Castro. / DGA

El número de aragoneses que pagarán el impuesto de Patrimonio, el que afecta a quienes tienen mayores recursos económicos, se reducirá de forma drástica en la declaración de este año, correspondiente al ejercicio fiscal de 2023. El número de contribuyentes del tributo caerá a cerca de la mitad, con un recorte del 41,5%, lo que se traducirá en 6.590 declarantes menos. Serán un total de 9.281 frente a los 15.871 de la campaña anterior. El descenso no es ninguna sorpresa. Era algo esperado después de que el nuevo Ejecutivo autonómico, formado por PP y Vox, elevara el mínimo exento de 400.000 a 700.000 euros en los primeros compases de la legislatura. Lo que sí choca es que la recaudación que se prevé obtener por esta vía no siga la misma tendencia a baja, sino, al contrario, apunta a que se incrementará casi un 4% (exactamente un 3,7%).

Estas son las previsiones que ha realizado para la presente campaña la Agencia Tributaria (AEAT), que estima que los ingresos del Gobierno de Aragón con cargo a este impuesto crecerán en dos millones de euros, de 55 a 57 millones. Se trata de un tributo estatal, pero cuyas competencias, gestión y recaudación están cedidas por completo a las comunidades autónomas, de manera que estas pueden aplicar reducciones, modificar la tarifa y aprobar deducciones y bonificaciones.

El motivo que explicaría el repunte de la recaudación a pesar de perderse dos de cada cinco declarantes es, básicamente, la excelente progresión que registran las economías de los más acaudalados. Fuentes de la Agencia Tributaria recuerdan primeramente que el aumento del mínimo exento en Aragón afecta a los hasta ahora declarantes con patrimonios más bajos. Pero lo más determinante para el resultado de los que siguen tributando aumente el 3,7% previsto es que "las magnitudes que nutren el impuesto suben bastante", especialmente el capital mobiliario y los inmuebles. Esto compensaría la merma generada por elevarse el límite a partir de cual existe la obligación de declarar el tributo.

Esa pujanza queda reflejada en el incremento del patrimonio total de los declarantes, que alcanzará los 28.573 millones de euros en el ejercicio fiscal de 2023, lo que supone un crecimiento del 7,9% respecto a 2022 (26.472), según estimaciones de la AEAT. De esta manera, el valor económico de todos sus bienes o derechos se engordó en unos 2.100 millones en el último año. La riqueza de este grupo de contribuyentes equivale al 65% de PIB autonómico.

Un buen año financiero

Cabe recordar que el pasado año fue especialmente positivo para los mercados financieros, lo que ha ensanchado el patrimonio de los más acaudalados. La rentabilidad media de los fondos de inversión en España alcanzó el 7,6% en 2023, un récord histórico, y el volumen de estos activos aumentó un 13,6%, hasta 347.830 millones de euros, lo que supone también la cifra más alta jamas alcanzada, según datos de Inverco. Fue igualmente un año pletórico para la bolsa. El Ibex 35 subió un 23% en el que es su mejor año desde 2009.

Desde el Departamento de Hacienda y Administración Pública del Gobierno de Aragón han declinado hacer valoraciones sobre cuál será este año el comportamiento del impuesto de Patrimonio. En cualquier caso, si se cumplen las previsiones de la Agencia Tributaria, sería una buena noticia para el sostenimiento de las arcas autonómicas. Los técnicos de la consejería de Hacienda habían estimado que el incremento del mínimo exento tendría un impacto negativo de 17 millones. Por otra parte, las estadísticas de la Agencia Tributaria constatan la buena racha que han seguido las grandes fortunas tras la gran recesión del 2008, un avance que no se detuvo siquiera con la crisis del coronavirus.

El número de ricos aragoneses, al menos los que reconoce oficialmente el fisco como declarantes del citado tributo, ascendió a 15.871 al cierre de 2022 (último ejercicio fiscal disponible), medio puntos más que en el año anterior (15.787). Son cerca de un centenar de contribuyentes más –en concreto, 84– los que declararon tener una riqueza neta superior a los 400.000 euros, la cuantía a partir de la cual había que pagar el impuesto. Eso hasta este año, ya que ahora el límite está fijado en 700.000 euros.

El gravamen dejó de exigirse entre 2008 y 2010. En 2011, a raíz de la crisis económica, se decidió restablecer con carácter temporal con el objetivo de elevar la recaudación de las arcas públicas. En 2016, el Ejecutivo aragonés, entonces en manos de la coalición PSOE-CHA, redujo el mínimo exento de 500.000 a 400.000 euros, lo que hizo que más aragoneses se vieran obligados a pagarlo. El pasado año pagaron el impuesto unos 6.000 contribuyentes más que en 2015.

Tras las últimas modificaciones fiscales introducidas por el Gobierno que preside Jorge Azcón, el número de declarantes volverá a los niveles de hace 11 años. Ahora deben pagar el impuesto en Aragón los contribuyentes que tengan un patrimonio neto que supere los 700.000 euros, un cálculo que se hace contando el valor de los bienes y derechos de contenido económico y restando las cargas, gravámenes y deudas. Queda excluida la vivienda habitual (hasta los 300.000 euros iniciales), los planes de pensiones y los bienes empresariales o profesionales (valor de un negocio).

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