El Acuario Fluvial de Zaragoza está a punto de cumplir una década siendo un referente de Aragó, España y Europa. De momento, la instalación cumplió el pasado 14 de junio nueve años, coincidiendo con la Expo 2008. Desde entonces, el número de visitantes no ha dejado de crecer y, desde que finalizara la exposición mundial en septiembre del 2008, son casi 600.000 las personas que han visitado las instalaciones. El crecimiento medio de asistentes de los últimos cinco años es del 12% anual, y si los visitantes durante el 2017 se mantienen, el acuario espera finalizar el año con más de 100.000 visitas, una cifra récord que muestra la calidad de las instalaciones y la rica biodiversidad que contiene.

El Acuario de Zaragoza se ha convertido en un referente nacional e internacional en lo que se refiere al mantenimiento, divulgación y cría de especies dulceacuícolas. Dentro de las más de 320 especies que viven dentro del recinto, y casi 5000 ejemplares, se pueden encontrar especies animales únicas en el mundo. A lo largo de los últimos cinco años, el acuario ha reproducido más de 45 especies diferentes, muchas de las cuales se encuentran en un grado importante de amenaza en la naturaleza, como las tortugas galápagos europeas.

Además, coordina para toda Europa dos especies de peces emblemáticas (ningún otro acuario de España tiene esta responsabilidad), ha sido el primero en enviar a Estados Unidos un pez de grandes dimensiones (un siluro de 266 centímetros y 150 kilos de peso), mantiene el grupo más grande del mundo de Arapaimas, con 25 ejemplares de casi 3 metros y 160 kilos de peso, y colabora día a día con los zoos y acuarios más importantes de Europa. En estos últimos dos años ha recibido animales de zoos tan prestigiosos como Múnich, Viena o Londres.

A nivel educativo, todos los años visitan el Acuario de Zaragoza más de 13.000 escolares de todo Aragón, y dentro de las instalaciones se desarrollan diferentes actividades como son visitas guiadas, talleres educativos, cursos monográficos, etcétera. En el último lustro han desarrollado prácticas formativas cerca de un centenar de estudiantes de más de 20 centros educativos diferentes de toda Europa.

Su valor educativo no reside simplemente en la observación de la fauna y flora que reside en el Acuario de Zaragoza, que no es poca por ser el mayor de Europa de agua dulce. En sus 60 peceras se alojan más de 1200 animales de más de 120 especies distintas de fauna fluvial característica de cada uno de los cinco ríos representados: Nilo, Mekong, Amazonas, Murray-Darling y el Ebro. El recorrido por los distintos ríos y continentes supone una experiencia única de aprendizaje para los escolares.

Además, el acuario es mucho más y su correcto funcionamiento depende de muchas personas que, desde las entrañas, trabajan sin descanso para el bienestar de la fauna del recinto. Por ejemplo, en la cocina se prepara la comida en función de las características de cada animal, ya que hay carnívoros, hervíboros, unos tienen la boca más grande, otros más pequeña... Así, la comida es muy variada.

La instalación de cuarentena es de vital importancia para el acuario y se utilizan en tres casos. El primero, para comprobar que los animales que han llegado de otros centros están completamente sanos. Otro uso es el de hospital para aquellos ejemplares que se encuentren enfermos y, con mucha más tranquilidad, reciben los cuidados necesarios para su recuperación. Por último, para una buena reproducción, ya que se así se evita que puedan ser devorados por otros animales o por sus padres. Por supuesto, la limpieza es fundamental y el sistema de filtración garantiza que los animales puedan estar en las mejores condiciones.

Otras salas con las que cuenta el acuario son el laboratorio, en el que se miden los parámetros físicos y químicos del agua; el taller de mantenimiento, en el que se comprueba el estado de toda la instalación y sus correspondientes arreglos; los almacenes y la sala de buceo. En definitiva, una cercana y buena forma de aprender gracias a una instalación de primer nivel con una gran biodiversidad.