"Seguir transitando es seguir contemplando un entorno bajo una mirada emocional y visual, llegando a ser objeto de interpretación subjetiva, con la clara intención de seducir para hacer sentir y hacer partícipe al espectador". Bajo esa idea, Carmen Pérez Ramírez inauguró esa semana en la galería de arte Kafell su exposición Sigo transitando (hasta el 5 de noviembre), en la que hace un recorrido semiabstracto por varios paisajes urbanos.

"Algunos títulos de los cuadros dan pistas", señala Pérez. Un buen ejemplo es el cuadro Buenas vistas, que muestra lo que parecen unos edificios de principios de siglo, similares a los que se levantan en los cascos históricos de las ciudades, que a lo largo del tiempo van sobreponiéndose y tapando muchos ángulos de visión. Con este se evidencia que los cuadros también "tienen un componente irónico" en sus títulos; además de estar ante un tipo de arte abstracto, los títulos presentan "juegos de palabras" que esconden aún más su significado.

ALUSIÓN DIRECTA

La fuente de la independencia, por ejemplo, es una obra en la que el título parece aludir directamente a la plaza España de Zaragoza; algo imposible de adivinar tan solo mirando el óleo, por lo que se evidencia que cada lugar representado en los cuadros pueden evocar recuerdos diferentes para cada persona, aunque siempre a través de espacios urbanos reconocibles por todos. "En este trabajo hay elementos semifigurativos (que dejan intuír formas o conceptos reales), pero se trata de obras abstractas", aclara.

Para Sigo transitando, Carmen Pérez Ramírez se ha servido de composiciones sencillas, sin demasiada carga decorativa, en las que llama la atención algunas formas geométricas que ha colocado (sobre todo cuadrados), que contrastan con los elementos más curvilíneos, que no son sino las intuiciones que la autora deja entrever de figuras o conceptos realistas.

En cuanto a los collage, la autora ha pintado sobre papeles recortados (trozos de periódico, cartulina, etc.), y la muestra se basa en el mismo concepto de rutas y espacios urbanos bajo la particular visión de Pérez. En las obras Margen izquierda o Zona antigua, por ejemplo, la composición "se transforma en un constructivismo lleno de sugerencias pictóricas, que nos llevan hacia una visión más visual pero no por eso menos emotiva", en palabras de la propia autora.

Esta muestra posee, en general, menos colorido que los óleos. En ellos llama la atención el contraste entre cuadros compuestos enteramente con colores cálidos, y otros que apenas salen de la paleta de los azules, habiendo. "La ciudad nos apropia cuando llegamos", advierte Carmen, en el sentido de que las ciudades acogen a las personas, pero a veces "te implican tanto en ellas, con lazos, trabajo, etc., que no te deja escapar". La exposición es una forma de rendir homenaje a esos lugares "que nos acompañan mientras caminamos, espacios que existieron y otros vieron".