Desde hace años, desde Oxfam Intermón denunciamos que grandes empresas de todo el mundo se las ingenian para no pagar los impuestos que les toca. Lo hacen usando paraísos fiscales, perjudicando a las personas más vulnerables, tanto en los países económicamente desfavorecidos como en el nuestro. La actual crisis de desigualdad global tiene un claro aliado en la figura de los paraísos fiscales.

El último informe de Oxfam Intermón El dinero que no ves señala que la inversión española hacia paraísos fiscales se ha multiplicado por cuatro en el último año, con lo que la contribución de las empresas multinacionales al total de recaudación es cada vez menor y la financiación del Estado recae cada vez más en las familias.

Ya en abril del 2016 saltaron a la luz los Papeles de Panamá y, en estos días, estamos viendo otra gran filtración de datos sobre sociedades opacas con los llamados Papeles del paraíso. Jurisdicciones opacas que revelan el funcionamiento de la industria offshore, que desvela cómo multimillonarios y multinacionales de todo del mundo han usado complejas estructuras financieras para ocultar patrimonio y mover grandes cantidades de dinero lejos de las autoridades fiscales de los países en los que residen o ejercen su actividad. No se trata de casos excepcionales, sino que es algo sistémico.

En España, la «recuperación» económica solo está favoreciendo a unos pocos y está intensificando la desigualdad. Desde el año 2008, España ha sido el segundo país de la Unión Europea donde más ha crecido la desigualdad de renta, 20 veces más que el promedio europeo.

Esto es debido a que son las familias sobre quienes ha recaído en gran parte el peso de la crisis y sobre las que recae, de manera creciente, el sostenimiento del sistema público. Antes de la crisis, las familias aportaban el 74% del total de impuestos recaudados y en el 2016 han pasado a aportar el 83%, mientras que las empresas aportaron el 22% en el año 2007 y el 12% en el 2016. Se trata de un rediseño del sistema fiscal que acentúa la desigualdad.

Una de las principales causas de esta situación es el «descalabro» que ha sufrido el ingreso por el impuesto de sociedades. El impuesto que pagaron las empresas en el año 2016 recaudó un 52 % menos que lo que ingresaba antes de la crisis económica. Esta diferencia entre lo que el impuesto de sociedades ingresaba en 2007 y actualmente se cuantifica en 23.145 millones de euros, una cantidad que duplica la necesaria para pagar una renta mínima a todas las familias sin ingresos en España.

La existencia de paraísos fiscales para países económicamente desfavorecidos puede ser todavía más dramática. Se calcula que estos países pierden cada año 100.000 millones de dólares por la evasión y elusión fiscal de grandes empresas y grandes fortunas, que podría sacar de la pobreza a 32 millones de personas. Con esta cantidad se podría dotar de asistencia sanitaria básica suficiente para salvar la vida de 6 millones de niños y niñas cada año, además de escolarizar a otros 124 millones que no pueden ir al colegio.

Desde Oxfam Intermón creemos que es hora de que se señalen las graves consecuencias que los paraísos fiscales provocan en todo el mundo y se pongan en marcha medidas contundentes para su desaparición, porque, si bien son las grandes fortunas y las grandes empresas quienes se aprovechan de estos territorios, los gobiernos son cómplices necesarios.

Por todo ello, pedimos al Gobierno, al Parlamento y a las administraciones públicas estatal, autonómicas y locales, que consideren una prioridad absoluta la lucha contra la evasión y elusión fiscal de las grandes empresas y fortunas para garantizar que todas las personas cuentan con ingresos que les aseguren una vida digna y para poder financiar políticas sociales (sanidad, educación, protección social y cooperación internacional).