El año escolar aragonés empezó ayer en Infantil y Primaria. En días posteriores lo hará en Medias y la Universidad. Todo indica que volverá a ser un curso conflictivo y que en él se sucederán los datos a la baja. De momento, el número de alumnos ha descendido por vez primera en una década. Hay menos profesores, menos alumnos becados, menos plazas de comedor... Y allí donde la habilitación de nuevas aulas u otras instalaciones va a llegar a tiempo, los padres se consideran afortunados porque el lastre de los recortes hace que todo vaya con retraso. Se esperan protestas y movilizaciones. Pese a todo, el ministro Wert, cuya polémica ley está pendiente de debate parlamentario, ha elegido acudir a Zaragoza a la apertura del curso universitario. Tal vez, se dice, porque piensa que éste es uno de los campus más tranquilos.

LOS COMEDORES, COMO SÍMBOLO

Seis colegios zaragozanos no han podido abrir sus comedores ante el bajo número de alumnos de pago inscritos. Aragón es la comunidad española donde más caro cuesta este servicio fundamental no sólo para ayudar a la conciliación entre la vida familiar y laboral de muchas personas, sino también, en no pocos casos, para asegurar a muchos niños una comida completa al día. Con el menú diario a 6,81 euros y la tarifa mensual (a partir de siete comidas al mes) a 96 euros, numerosas familias no pueden afrontar el gasto. Las becas se conceden a rentas anuales inferiores a los 6.390 euros. Hubo 18.809 solicitudes. De todas ellas sólo se aprobaron 4.909. Datos terribles.

El criterio del Gobierno de Aragón, donde creen que las becas de comedor son más una cuestión de asistencia social que un servicio educativo, ya ha llevado a intentar traspasar el asunto al IASS. Es una deriva inaceptable, que expresa muy claramente la idea que tiene el Departamento de Educación sobre la igualdad de oportunidades.

ESPERANDO A WERT

El recorte en las becas de todo tipo simboliza la gravedad de la situación. El empeño de Wert en imponer medias de 6,5 puntos para las ayudas a los estudios universitarios dejará fuera de la formación superior a muchos hijos de familias trabajadoras.

El ministro estará dentro de pocos días en Zaragoza. Falta por ver cómo será acogido. Quizás el campus no esté tan tranquilo.