La cantidad y duración de los deberes escolares sobre todo en las edades tempranas alcanzan de lleno a los docentes, a los que se acusa de sobrecargar en exceso a los alumnos. En este sentido, los maestros aragoneses tienen claro que las tareas son necesarias para sentar unas bases y crear hábitos de trabajo de cara a futuras etapas educativas, aunque no coinciden a la hora de señalar si existe edad clave para empezar a realizar estos deberes o si en algún tramo resulta contraproducente mandar trabajo para casa.

A este respecto, Dorita Borao, maestra de Primaria al borde de la jubilación, tiene claro que los 7 años sería la edad indicada para comenzar a hacer deberes para "completar lo que se ha hecho en clase y comenzar a preparar el paso al instituto para que este acceso no cueste tanto". Así, Borao considera que en 5° y 6° de Primaria, estas tareas son ya "necesarias" aunque "no está mal" empezar a partir de 2° con lectura de cuentos y contestar preguntas sobre él. En su caso, los de 1° quedarían exentos del trabajo "o, si acaso, leer, pero no deberes".

Para la maestra, la duración máxima de las tareas no superaría la media hora en el primer ciclo de Primaria aunque haría falta algo más en 5°y 6°. "Una hora entera dependiendo de cada alumno", expresó Borao, a la que no le consta que exista una sobrecarga de deberes en algunos centros aunque "sí he oído alguna voz al respecto, pero no lo sé a ciencia cierta y, personalmente, nunca he recibido quejas".

Jesús Garcés, por su parte, no tiene tan claro si las tareas deben asignarse a una edad concreta, pero sí advierte que dos horas o más de trabajo en casa --casi un tercio de los alumnos españoles dedica este tiempo a las tareas-- son "una barbaridad" para un alumno de Primaria. "Si esto es así, algo está fallando en el sistema o en la forma de progamar la enseñanza".

INDIVIDUALIZACIÓN Garcés, maestro de primer curso, aboga por emplear "dos horas a la semana", pero más allá de la duración, el docente apuesta por la "individualización" de las tareas. "Los deberes hay que considerarlos en su justa medida, ni son la panacea ni se pueden obviar, sino que hay que perfilarlos al proceso educativo" y añadía que "hay alumnos que pueden no asumir tan bien las sumas con llevadas, así que se les encarga que hagan algunas en casa". Garcés no defiende la supresión de trabajo al principio de la etapa educativa porque "depende de las circunstancias del alumno, los padres o el colegio. Los deberes no son una herramienta programada ni buenos o malos, ya que cada chaval lleva su ritmo y el tiempo invertido no es el mismo para todos".

En todo caso, el docente aboga por el "refuerzo"en periodos vacacionales y, sobre todo, por "no mandar cosas que no se hayan tratado en clase porque, de otro modo, se convierte a la familia en profesores particulares" y advierte de la necesidad de disponer de una distribución "más equilibrada" de los trimestres. "Ahora viene uno muy corto pero tenemos que dar mucho contenido".