NACIDO EN ZARAGOZA HACE 66 AÑOS.

TRAYECTORIA: JEFE DEL SERVICIO DE UROLOGÍA DEL HOSPITAL UNIVERSITARIO MIGUEL SERVET. CATEDRÁTICO DE UROLOGÍA EN LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA.

--Como experto en Urología, ¿como valora la posible relación entre el cáncer de vejiga y los THM?

--Aunque es ahora cuando comienzan a conocerse los resultados de estudios epidemiológicos amplios, ya en 1978 hay una publicación de la revista National Cancer Institut, una de las más serias ene sta materia, que apuntaba la relación entre la mortalidad de cáncer con el THM en el agua de boca, pero de una forma observacional, que aconsejaba investigar. Y en 1993, la Revista Americana de Epidemiología dice que la exposición tanto al agua de bebida como al agua para baño y piscina tiene significación estadística en el cáncer de vejiga, con un odd ratio o probabilidad de 1.8. Y desde entonces han surgido algunos estudios más, que parece que van a continuar con más fuerza.

--¿Cree que podría establecerse una cierta relación entre los niveles altos de THM del agua de Zaragoza con la alta tasa de cáncer de vejiga en Aragón?

--Lo cierto es que en nuestra comunidad la incidencia de cáncer de vejiga, también científicamente recogida por el Registro de Tumores de Aragón, es más alta que en otras comunidades de España y que en otros países de la Unión Europea. Esto puede hacernos pensar que entre lo que respiramos, comemos y bebemos tiene que haber sustancias que tienen que ser cancerígenas para explicar esa incidencia, aunque la clave del hallazgo mediático-científico de los THM no es lo determinante. Pero sin duda es una sustancia más a la que estamos expuestos, que podría ser evitable.

--O sea que como científico y médico especialista en Urología considera que estos niveles deben reducirse.

--Por supuesto. El agua de boca de Zaragoza es de las menos cualificadas desde el punto de vista de estándares de calidad y de sabor de España, como consecuencia de su origen en el agua del Ebro, el Canal Imperial. Y es un agua que lleva toneladas de materia orgánica en arrastre. Y eso exige, siendo el agua absolutamente potable, que para alcanzar la potabilidad tiene que estar sometida a un proceso de cloración muy alto, que es el que origina los THM.

--Las potabilizadoras tampoco pueden hacer milagros con la calidad de agua que reciben.

--Por eso mismo. Si ya desde 1978 se conocía la posible incidencia de los THM y desde 1993 ya había evidencias científicas, lo que deberíamos hacer como pueblo y como ciudad es apostar por beber agua del Pirineo, que no lo tenemos tan lejos, en lugar de agua del Ebro, que tiene todos los arrastres y así reduciríamos los niveles de cloro y, por tanto, de THM. Tenemos una incidencia muy alta de cáncer de vejiga, el agua y los THM no son la panacea, y es evidente que buscando agentes químicos que puedan producir cáncer, uno de los más sencillos de resolver es mejorar la calidad del agua, cambiando el agua del Canal Imperial y el Ebro por la del Pirineo.

--En cuánto al cáncer de vejiga ¿qué factores son más determinantes?

--Sin duda alguna el tabaco y el café. Más de cinco tazas de café diarias se ha demostrado que tienen efecto cancerígeno en la vejiga. Un fumador zaragozano si deja de fumar ahora está protegiendo su vejiga diez veces más que si bebe agua mineral.

--Quizás es que en Aragón se fuma mucho.

--Sí, y además me resulta patético ver en la puerta del hospital Servet, a compañeros médicos y personal de enfermería fumando obsesiva e impenitentemente. Además el cáncer de vejiga femenino presenta una incidencia ahora nada desdeñable por culpa del tabaco. Y ante cualquier alteración en la micción, incluida la sangre, hay que acudir al especialista.