Diez consejos para desarrollar tu creatividad y el pensamiento divergente

La imaginación es uno de los aspectos más importantes que nos distinguen de otras formas de vida que existen en el planeta, según Ken Robinson. Gracias a la imaginación podemos volver a crear el mundo en que vivimos, y volverlo a crear. La imaginación nos permite visualizar posibles alternativas, y la creatividad nos da las herramientas necesarias para darles vida. Vivimos demasiado rápido y solo pensamos en hacer, hacer y hacer. ¿Y si nos ponemos creativos?

Estos consejos te ayudarán a desarrollar tu creatividad y el pensamiento divergente, aquel que te permitirá mayor apertura de mente y curiosidad por todo lo que te rodea, en contraposición con el pensamiento convergente que se conforma con una única solución y un único punto de vista.

¿Sabes cómo impacta tu lenguaje en tu bienestar psicológico?

• Dedica tiempo a imaginar cualquier cosa: un objeto raro, un animal fantástico, un paisaje, una historia o un viaje, pero lejos de distracciones que interrumpan "tu vuelo imaginario".

• Vuelve a ser niño o niña de vez en cuando y juega con puzles de piezas encajables para formar figuras; puzles tridimensionales; juegos manipulativos de retos espaciales en 3D.

• Imagina un día de tu vida y cambia los aspectos esenciales del mismo: sitúa otros personajes, modifica los escenarios, introduce nuevos hechos, otras historias. En definitiva, sal de la rutina.

• Salta fuera de tu zona de confort asumiendo pequeños riesgos. Ante una nueva situación que no controlas deberás buscar soluciones nuevas desarrollando para ello tu creatividad, la cual se pondrá a trabajar a mil por hora.

• Plantea hipótesis sobre cualquier cosa y ponte a demostrarlas o refutarlas. Tómate el tiempo necesario. Si te equivocas, no pasa nada. El error forma parte del proceso creativo. El error te acerca siempre a la solución.

• Ocupa parte de tu tiempo con aquello que te gusta y disfruta haciéndolo. No le busques hueco en el horario porque no lo encontrarás. Planifícalo en tu agenda como algo indispensable y cúmplelo.

• Cambia tus rutinas diarias: porque siempre lo hayas hecho así no quiere decir que no puedas hacerlo de otra forma. ¡Cambia la perspectiva!

• No te conformes con lo que veas, leas o escuches. Pregúntate siempre por qué sucede así, Indaga. Sé curioso, pero sin prisa.

• Lee, lee y lee. La lectura (siempre de calidad por favor) nos lleva a otras realidades, aumenta nuestro conocimiento y nos sitúa en otros puntos de vista. Nos enseña otros modos de ver las cosas, otras soluciones, otros caminos posibles.

• No te rindas nunca. Cualquier momento es bueno para ponerte a desarrollar tu imaginación. Si imaginamos, la imaginación vendrá a visitarnos y no querrá marcharse. ¡Feliz vuelo!