El portavoz del PP en las Cortes de Aragón, Antonio Suárez, planteó ayer seis prescripciones que, a juicio de los populares aragoneses, debe cumplir la ubicación del nuevo campo de fútbol que se construya para sustituir a La Romareda, y que, según adelantó, llevará al debate en las Cortes de Aragón, mediante una proposición no de Ley registrada el pasado viernes.

En un comunicado, Suárez afirmó que "existen unos requerimientos previos, unas condiciones en cierto modo obligadas, que debería cumplir esa futura ubicación del estadio si se quieren hacer las cosas bien". Entre ellas están que el terreno a ocupar sea de titularidad pública y que la extensión de la parcela sea suficiente para que el campo cuente con una capacidad de 50.000 espectadores.

Además de las instalaciones complementarias, incluidos los aparcamientos para vehículos, la cercanía del nuevo recinto deportivo al centro de la ciudad, una accesibilidad óptima para el transporte público y privado, buena conexión con los servicios ferroviarios y aéreos y, finalmente, que no genere efectos medio ambientales negativos.

Suárez agregó que es el Ejecutivo aragonés, por medio de su departamento de Obras Públicas, el que tiene la competencia sobre muchos de los aspectos que van a incidir en el futuro estadio a construir. Además, según el portavoz popular en las Cortes, "es notorio que comienza a existir una negociación entre el Ayuntamiento de Zaragoza, Gobierno de Aragón y Real Zaragoza respecto a este asunto".

Al final ha supuesto que "los únicos perjudicados sean los aficionados, porque pasan los años y los socialistas que gobiernan en la DGA y en el Ayuntamiento de Zaragoza siguen siendo absolutamente incapaces para ponerse de acuerdo y solucionar este problema".