Los precios cada vez más elevados o la escasa disponibilidad de billetes con tarifa de bajo coste, unido a la crisis económica, siguen pasando factura a Renfe y el AVE en Aragón. Los datos en el segundo aniversario de la llegada del tren de alta velocidad a Barcelona reflejan un descenso del 10,1% en el número de viajeros en el trayecto que une la capital catalana con Zaragoza, ya que en el último año (del 20 de febrero del 2009 hasta ayer) ha obtenido un total de 539.171 usuarios, 63.743 menos que en el mismo periodo del año anterior (602.914).

Mientras la compañía valora positivamente el global de viajeros que mueve el corredor Madrid-Zaragoza-Barcelona (5,1 millones), la cuota de mercado que le está restando al avión, el índice de puntualidad del 98,5% que ha obtenido, o que "más de dos millones de clientes", el 38,2% del total, han viajado con tarifas promocionales web (1.151.036 personas se beneficiaron del 60% de descuento) o estrella (1.025.000 pagaron un 40% menos) o el incremento del número de usuarios que usa internet como canal de compra (un 30,8%), el usuario en Aragón sigue molesto por la subida de casi el 10% aplicada al inicio de este año y la proeza que supone acceder al bajo coste.

Pero Renfe parece dispuesta a paliar parte de estas críticas con la llegada del denominado "AVE social" que prevé implantar en el corredor nordeste, con más plazas (cerca de mil en doble composición) y, con ello, una oferta mucho mayor de plazas web y estrella para atraer más clientes al ferrocarril y a la alta velocidad. Es su solución, por ejemplo, a un trayecto como el Zaragoza-Barcelona, donde apenas hay billetes low cost y hay muchos menos usuarios que en el Madrid-Zaragoza.

Pero no será su única novedad. Las pruebas técnicas para implantar el nivel 2 del sistema ERTMS, que permitirá circular hasta a 350 km/h, y no 300 como ahora, se dan prácticamente por finalizadas. Reduciría el tiempo de viaje entre cinco y diez minutos desde Zaragoza a Madrid o Barcelona, pero incrementaría en exceso los costes de explotación y el Ministerio de Fomento no se decide a dar luz verde a este aumento de velocidad comercial.