El consejero de Sanidad, Bienestar Social y Familia, Ricardo Oliván, aseguró durante su explicación de las cuentas de su departamento que, con los más de 2.206 millones de euros previstos para el 2012, "se persigue, por un lado, responder a todas las necesidades sociales, algunas crecientes derivadas de la crisis, y por otra parte se intenta, con ajustes y prudencia, establecer un sistema sanitario y social sostenible en el tiempo". Defendió la negociación para que la deuda que arrastra se pague en varios ejercicios y evitar que incida en la prestación de servicios, según informó el área de Comunicación de las Cortes.

El presupuesto de la Consejería sube un 1,28% respecto a 2011. En políticas sociales se produce un aumento del 0,46% del presupuesto, mientras que en el resto se reduce un 8,76%, sobre todo debido a la necesidad de cumplir con los objetivos y compromisos con la estabilidad financiera, según Oliván.

Salud Pública se reduce por la existencia en almacén de vacunas "suficientes para el 2012", mientras crece un 105% la dirección general de Calidad y Atención al incorporar la gestión del sistema de Salud Informa. El área de Familia se mantendrá y la dirección general de Bienestar Social y Dependencia aumentará al sumarse inmigración. Destacó que hay partidas nuevas para el hospital de Teruel, el Centro de Salud de La Almozara y el centro de especialidades de Delicias

El Instituto Aragonés de Servicios Sociales tendrá 327 millones de euros --8,28% más que en el 2011-- "para intentar garantizar todo el gasto corriente de los centros del IASS", aseguró Oliván, quien destacó que la prestación a la Dependencia, que alcanza 120 millones de euros, un 23% más.

Eduardo Alonso (PSOE) criticó la "lentitud y falta de ganas del Gobierno", y apuntó que en "sanidad y asuntos sociales se transmitió cierta situación de alarma que ahora se ve no era tal". Según Alonso, se presentan unas cuentas que, sobre todo, "frenan las políticas de reactivación económica y de creación de empleo". Tanto Nieves Ibeas (CHA) como Patricia Luquín (IU) coincidieron en que el presupuesto sigue estando infradotado en muchas partidas, como la dependencia o el IAI, y en que no existe voluntad real de acometer determinados proyectos largamente prometidos.