Se inaugurará el próximo martes, pero el peirón levantado en la margen izquierda en recuerdo de la antigua iglesia de Altabás, derribada con la voladura del puente tras la marcha de los franceses de la ciudad, adelantó a ayer su estreno ante la expectación despertada en la capital aragonesa. Un homenaje levantado en el mismo sitio donde se levantaba el templo y que se ha construido con la colaboración de los vecinos, que recabaron fondos para comprar materiales y que han montado personas que pertenecen al barrio, de forma desinteresada y sin costarle ni un euro al Ayuntamiento de Zaragoza. Un ejemplo de participación ciudadana y entusiasmo por la historia local.