Aragón es la comunidad autónoma que cuenta con un porcentaje más elevado de afectados por el talidoma --el fármaco que provocó malformaciones en recién nacidos en los años 60 y cuyo juicio se celebró el pasado lunes tras dos vistas preliminares anteriores-- reconocidos por el Gobierno.

La Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (AVITE), que ha llevado a los tribunales a la farmacéutica alemana Grünenthal, a la que reclaman 204 millones de euros-- 20.000 por cada punto porcentual de minusvalía de los afectados--, está integrada por 200 afectados, aunque en el procedimiento civil están inmersos 20. De todos ellos, seis son aragoneses y cuatro--dos de Teruel y uno en Huesca y Zaragoza-- cuentan con el dictamen oficial del Ejecutivo estatal, lo que convierte a Aragón en la comunidad con más porcentaje de víctimas reconocidas (66%) muy por delante de la segunda --Andalucía (22%).

"Antes había diez aragoneses, pero cuatro se han dado de baja en AVITE con el paso del tiempo porque se desmoralizan o no tienen confianza. Pero el hecho que abandonen la asociación no quiere decir que dejen de ser afectado por la talidomida", apuntan desde el colectivo.

HASTA 1963 El medicamento se recetaba a finales de la década de los 50 en muchos países del mundo, entre ellos España, como remedio para paliar las naúseas que las embarazadas sufrían durante el embarazo. Se prohibió hacia 1961 porque se descubrió que producía malformaciones en recién nacidos. Sin embargo en España no se retiró hasta 1963, cuando las autoridades sanitarias decidieron alertar sobre la situación, aunque las víctimas advierten de que el producto pudo seguir vendiéndose en las farmacias de todo el país durante unos años más "puesto que las farmacias hacían acopio de medicamentos y no existían ni teléfonos para comunicar estar órdenes tajantes de sanidad", dicen.

El fármaco se vendió en 50 países con 80 nombres comerciales y produjo más de 20.000 bebés mutilados. En España fueron 10 medicamentos los que contenían este principio activo. La asociación calcula que los afectados españoles podrían alcanzar los 3.000 aunque muchos murieron. Alrededor de 200 se asociaron en AVITE y presentaron una demanda conjunta contra la farmacéutica germana.

Los aragoneses y el resto de afectados confían en conocer el resultado definitivo de la sentencia en un plazo no superior al mes y medio.

En el juicio, el representante legal de la farmacéutica Grünenthal, fabricante de la talidomida, declaró contra la compañía por la venta del producto en España a través de su filial Medinsa, que este fármaco "no estaba indicado para las embarazadas" pero reconoció que, entonces, en el prospecto, no se las excluía porque en aquella época "no había concienciación" para este tipo de indicaciones.

El representante insistió en que este fármaco se retiró en diciembre de 1961 ante las sospechas de que podría tener efectos secundarios y negó que se vendiera más allá de esa fecha. De hecho, especificó que se retiraron 91 kilos de este fármaco.

La compañía admitió que a finales de 1961 ya conoció que el fármaco podría provocar daños en vasos sanguíneos y músculos.