Aliaga también optará a suceder a Biel en la presidencia del PAR

Arturo Aliaga anunció ayer, dos días después de hacerse con el triunfo en las primarias del PAR, que optará a suceder a José Ángel Biel en la Presidencia del partido. El resto de candidatos han descartado ya impugnar el resultado de un proceso electoral en el que, dicen, no se han garantizado las normas democráticas más básicas.

En realidad, el anuncio de Aliaga no sorprende a nadie. "No concibo un partido en el que el presidente de la comunidad autónoma vaya por un lado y la formación vaya por otro", dijo ayer. En su día ya manifestó que se presentaría, en ese congreso que debía celebrarse por estas mismas fechas, a la presidencia del PAR. Lo mismo hizo Javier Allué. Ambos debían medirse en el cónclave aragonesista, igual que lo hicieron este fin de semana en las primarias.

La situación ha cambiado, el actual secretario general, refrendado por el 57% de los militantes y simpatizantes, se sabe controlador del aparato. Es el nuevo hombre fuerte y un candidato al que desde todos los sectores se considera como el que ofrece mejores garantías, ante unos comicios, los del 2015, que se presumen complejos para el PAR. Sin embargo, para muchos carga con la etiqueta de ser el candidato de José Ángel Biel, aunque él haya intentado distanciarse, con mensajes como el de la transparencia o su oposición a colocar a gente en las instituciones.

INTEGRACIÓN

Según Aliaga, el proyecto para la comunidad aragonesa y para el partido tiene que ser "común, integrado", y en el que colabore la misma maquinaria porque al final se trata de trabajar por el futuro de Aragón y por el interés de los aragoneses. Sobre su elección como candidato del PAR a la presidencia de Aragón, en las próximas elecciones autonómicas, afirmó que se ha comprometido en una serie de cuestiones con los militantes y que a partir de ahora tiene que trabajar en tres direcciones.

Lo cierto es que su victoria, siendo contundente, evidencia que el PAR está dividido casi en dos mitades. Jesús Alijarde y Javier Allué suman más del 43% de los votos, una cifra considerable que Aliaga tendrá que tener en cuenta. En el aparato ha sorprendido especialmente el resultado obtenido por Allué, con 934 votos, y rozando los mil apoyos. Se esperaba que las diferencias entre el vencedor y el resto fuesen más amplias, sobre todo teniendo en cuenta que el equipo del secretario general movilizó todo lo que estaba a su alcance.

Arturo Aliaga es el vencedor claro y nadie lo discute. Pero tanto Jesús Alijarde como Javier Allué se han mostrado muy críticos con el proceso. Es cuento menos curioso que el 90% de los votos emitidos hayan sido por correo. Algo inédito, que no ocurre en ningún partido, ni en ninguna elección que se precie. Tampoco es habitual que a los votantes no se les pida el carné de identidad. Parece ser este el mínimo exigible para garantizar el control de los que votan y los que no. Eso sin contar que el censo apenas se ha actualizado con garantías, y que los candidatos no han tenido ningún acceso a él. Las papeletas, que el partido envió a los militantes y simpatizantes, con un código que, en principio, acreditaba el voto de cada participante, tampoco han llegado y muchas de ellas fueron devueltas. Las anomalías son variadas, pero los perdedores descartan presentar impugnaciones. Según explicaron ayer llevar las primarias a los tribunales solo perjudicaría al partido y no se conseguiría nada positivo.