Tres familias tuvieron que ser desalojadas ayer del inmueble que ocupa el número 33 de la calle Obispo Peralta, en el zaragozano barrio de Valdefierro, al abrirse una sima en el jardín trasero del edificio. Fueron los propios residentes quienes dieron aviso a los bomberos por el agujero, pero los efectivos comprobaron que parte del hundimiento se adentraba en los cimientos. Por ello, aunque estos son «sólidos», según fuentes municipales, se decidió su evacuación provisional por seguridad. Las familias han pasado la noche en casas de familiares, en espera de una nueva inspección municipal, esta misma mañana.

El primer aviso por parte de los vecinos llegó cerca de las 15.00 horas, según fuentes de bomberos. Los vecinos vieron con relativa sorpresa cómo se abría un gigantesco agujero, de varios metros de profundidad, en el jardín de la parte trasera del inmueble y dieron aviso.

La sorpresa fue relativa porque, según coincidían los vecinos de las casas aledañas, la presencia de la dolina es conocida. A Joaquín y Pilar, de hecho, también les afectó, ya que la tierra desplazada causó un agujero bajo la tapia de separación con el otro inmueble. La tierra de su jardín se ablandó, y tuvieron que vaciar la piscina «por precaución».

PRECEDENTES

En la vivienda del otro lado -en la esquina con la calle Capricornio-, José Antonio recordaba cómo, cuando derribaron la nave que antes ocupaba esos solares (hace una década o más), la sima ya era visible. La rellenaron, pero a los «dos o tres años» surgió de nuevo. Pero no había vuelto a dar problemas hasta ayer, cuando forzó un desalojo. El matrimonio de la otra casa lamentaba que uno de los vecinos se había mudado recientemente a la casa.

Quizá por esta costumbre, el aviso de los vecinos no fue excesivamente alarmista. Pero los bomberos comprobaron que el movimiento de tierra se adentraba en los cimientos. Por ello, y aunque no hay grietas en el inmueble, un técnico de Gerencia de Urbanismo decidió que convenía desalojar por seguridad, y los bomberos ayudaron a las familias a trasladar algunos enseres.

Los afectados, según explicaron fuentes municipales, son un matrimonio joven, uno con hijos y una persona mayor. A todos se les ofreció la posibilidad de acudir a un alojamiento municipal, pero optaron por pasar la noche en casa de sus familiares o amigos, en espera de conocer la decisión definitiva sobre el edificio.

Mal precedente tienen con el edificio Las Estrellas del mismo barrio, cuyos residentes han tenido que acudir a los tribunales para reclamar compensación por la necesidad de abandonar el inmueble. En ese caso, dictaminaron los tribunales, faltó una cimentación adecuada en una dolina conocida. En este habrá que aclarar tanto la notoriedad de la sima como la obra.