El municipio zaragozano de Artieda se ha convertido en todo un ejemplo de buenas prácticas en la lucha contra la despoblación. La localidad lleva varios meses explicando en diferentes puntos de la comunidad el proyecto que puso en marcha hace dos años y medio para atraer población joven y garantizar el futuro de este pequeño municipio. Una iniciativa con la que ha logrado atraer en este tiempo a once personas en un pueblo que apenas contaba con 60 habitantes durante todo el año. El próximo 24 de mayo la localidad de la comarca de la Jacetania volverá a contar su experiencia en el Centro Social Ibercaja de Teruel con el claro objetivo de que su proyecto pueda replicarse en otras zonas de Aragón.

La conferencia está coorganizada por Empenta Artieda -el proyecto participativo impulsado por el propio ayuntamiento de la localidad- y la cátedra sobre despoblación de la Universidad de Zaragoza y de la Diputación Provincial y se plantea como una forma de cerrar el ciclo de charlas que se realizaron en febrero de este año en Jaca, Huesca y Zaragoza, con el objetivo de concienciar en las capitales aragonesas sobre la necesidad de trabajar por la repoblación rural y que reunieron a unas 120 personas. Además, a petición de la universidad ciudadana de Huesca, el jueves 16 de abril se repetirá la charla en la capital altoaragonesa.

El objetivo de estas conferencias también era generar un foro de aprendizaje en el que las personas interesadas puedan aprender del trabajo desarrollado. Artieda es un pequeño pueblo con un fuerte carácter, marcado por la lucha histórica de sus vecinos en contra del recrecimiento del embalse de Yesa. Fue precisamente la conciencia comunitaria la que permitió iniciar su lucha contra la despoblación.

De hecho, en el proyecto Empenta Artieda se involucró todo el pueblo. En un primer momento se realizó un estudio señalando los problemas de la juventud para asentarse en el pueblo. A través de estas líneas se han desarrollado muchas acciones, entre las que destacan el fomento de la vivienda en alquiler, la mejora de internet, el cuidado de las personas mayores, la programación de actividades de ocio en invierno o la llegada de una empresa social y la puesta en marcha de dos iniciativas de autoempleo, Cima Norte y Sociolochía.