Diez personas detenidas por el crimen de una joven en Movera

El Cuerpo Nacional de Policía ha efectuado diez detenciones entre Zaragoza y Cambrils en relación con el asesinato de una joven rumana de 29 años el 21 de noviembre pasado en el barrio de Movera.

El suceso pudo tener su origen en un ajuste de cuentas entre bandas rivales por un asunto de drogas, posiblemente lo que en argot del crimen organizado se conoce como vuelco o robo violento del alijo de otra organización.

El asunto es competencia del Juzgado de Instrucción número 12 de la capital aragonesa, que ayer mismo dictó el secreto de las actuaciones para que no se entorpezca la investigación judicial.

Los hechos, inicialmente, se relacionaron entonces con el compañero sentimental de la víctima, el cual en aquellas fechas cumplía condena en la cárcel de Zuera por tráfico de drogas.

La víctima, Maria M., cayó abatida en el patio de un chalet construido en el barrio de Torre Urzaiz, entre Movera y la ribera del Ebro. La joven, al parecer, había vuelto con otra persona de comprar en Puerto Venecia y se hallaba descargando las bolsas que habían traído en el maletero de su automóvil.

EMBOSCADA

Los autores del hecho, al parecer, tendieron una emboscada a su víctima, a la que esperaron apostados en las cercanías de la casa de campo. La joven residía en ese lugar junto con su pareja, de nacionalidad española, y otros miembros de su familia. Su hermana, que iba con ella, resultó ilesa.

Otras versiones apuntaron a que quizá otro coche hubiera seguido a la joven desde el centro comercial con el objeto de secuestrarla cuando hubiera un momento propicio para ello.

Desde el principio, las drogas aparecieron entre los móviles del crimen, que causó una fuerte conmoción en la urbanización. De hecho, el compañero sentimental de la víctima, José N. T., alias el Mixtos, se había visto envuelto en el cultivo de plantas de marihuana con las que obtenía sustancias estupefacientes que ocultaba en su domicilio, donde fueron incautados 87 kilos en una operación policial.

Los investigadores manejaron como hipótesis de trabajo que la finalidad de los autores había sido secuestrar a la joven rumana, a lo que apuntaría el hecho de que solo efectuaran un disparo. El caso es que el tiro, de forma voluntaria o involuntaria, afectó a órganos vitales y ocasionó la muerte en el acto de la víctima.

El suceso creó un fuerte clima de miedo en Torre Urzaiz y en el barrio de Movera, sobre todo porque al principio no se pudo determinar cuál podía ser la causa. De hecho, la Policía reforzó la vigilancia en la zona durante varios días, mediante patrullas que recorrían los caminos que atraviesan la urbanización, que es de carácter disperso, con viviendas distantes entre tierras de labor y casas de campo.