El ahorro está en el precio, rezaba el lema de una conocida cadena de supermercados. Error. El ahorro, en los últimos meses, no ha estado en las ofertas. Ni en el comparar establecimientos. Ni tampoco en el empeño personal. El ahorro este año se ha dado «por narices». Nada mejor que una pandemia que limita todas las opciones de ocio para acumular unos cuantos euros debajo del colchón. Y así lo atestiguan muchos aragoneses.

Es cierto que mucha gente lo ha pasado mal. Un sector muy importante de la sociedad ha visto recortados sus ingresos y ello no le ha permitido ahorrar. Es más, los hay que están pasando penurias. Pero los que han conseguido mantener sus ingresos han podido ahorrar porque las opciones de gastar dinero han sido muchas menos: «Antes me dejaba mucho en comer, cenar por ahí, discotecas... Pero este año nada», explica un joven zaragozano, Ignacio Romero, que también ha encontrado una fórmula de éxito para multiplicar sus ingresos. «Lo que tenía lo metí en criptomonedas y he conseguido multiplicar por cinco la cantidad inicial», cuenta con una sonrisa de oreja a oreja.

Además de esta inversión este joven no tiene previsto gastar su dinero en otra cosa que no sea «un viaje, salir a cenar...», explica Romero, cuya novia, sin embargo, lamenta que ella no ha podido ahorrar nada durante todo este tiempo.

Es el mismo caso que el de otra pareja, Antonio y Josefina. Ambos están jubilados y ganan «más bien poco». «Ahorrar poco o nada. Nuestra hija vive con nosotros y no tiene trabajo, así que hemos gastado en ella. Ella ha sido nuestra inversión», ríe el hombre.

Más o menos en la misma línea se posiciona Ana Parra, de 62 años, que admite que sí que ha gastado menos, lo que no quiere decir que haya acumulado dinero. Se dedica al sector de la hostelería, así que con la pandemia ha visto como sus ingresos caían en picado.

«He gastado menos, pero también he ingresado menos. Más que ahorrar me he endeudado para mantener el negocio», explica esta mujer mientras pasea por la Gran Vía de Zaragoza.

Las criptomonedas son uno de los destinos más jugosos ahora mismo para los ahorros y Pilar Pellejero admite que sí que tiene dinero en estos fondos. Aunque lleva tiempo en ello. «Hemos ahorrado por narices. Sin salir a comer ni a nada es imposible no ahorrar y eso que nosotros en casa hemos pedido mucho a domicilio. Pero claro, la copa te la ahorras, la bebida te la tomas en casa, y en ropa tampoco hemos gastado. Sin bodas ni comuniones ni nada en lo que más se nos ha ido ha sido en renovar los pijamas», ríe esta zaragozana.

Ahora, el dinero que ha conseguido acumular lo destinará a «lo que caiga». «Cambiaré los muebles que hemos tenido que sufrir durante la pandemia o disfrutaremos las vacaciones que no hemos podido», explica Pellejero.

Algo peor le ha ido a Antonio Gracia, de 48 años, que se dedica al mundo del deporte y ha visto como sus ingresos se reducían por la pandemia. Eso sí, sus ahorros, que los gestiona su mujer, los tienen en un fondo de inversión «con riesgo mínimo». «Ganamos poco pero también arriesgamos poco. Eso es lo que buscamos», comenta alegre.