Las reservas están a cero en los tres hoteles que se ubican a pie de pista de la estación de esquí de Candanchú. El teléfono ha dejado de sonar desde hace ya algunas semanas porque nadie sabe con certeza si las instalaciones abrirán este invierno. Todo depende de lo que decida Intervención del Gobierno de Aragón, que está analizando el encaje legal de lo que el presidente aragonés, Javier Lambán, denominó hace solo unos días como una «solución óptima». Pero todavía no hay confirmación de que ésta fructifique. 

Mientras, la propietaria del hotel Edelweiss Candanchú, Amparo Lecumberri, lamenta la situación. «Hace dos años por estas fechas ya teníamos reservadas el 50% de las plazas del hotel, pero aquí nadie llama» porque la incertidumbre ha engullido cualquier atisbo de actividad en el valle del Aragón a partir del próximo diciembre. 

«No podemos estar con esta inquietud mientras otras estaciones están terminando de preparar sus instalaciones y ya han realizado las inversiones previstas para abrir en invierno», lamenta Lecumberri, que subraya que también habría que poner en marcha ya la comercialización de los abonos conjuntos con Astún y los forfaits conjuntos con el resto de estaciones. 

La propietaria del hotel Edelweiss dice estar viviendo un dejà vu que le retrotrae al 2012 cuando Candanchú fue rescatada por algunos de los actuales propietarios tras entrar en concurso de acreedores. «Se repite la misma historia de entonces», afirma con temor mientras lamenta que «no tenemos absolutamente ningún grupo cerrado para los días de entre semana, que es un colectivo muy importante». Mientras, los clientes fijos de todos los años confían en que la solución llegue pronto. «Ahora --subraya Lecumberri-- solo nos queda esperar».

Desde el hotel Tobazo las sensaciones son muy similares, ya que las pocas reservas que hay se han llevado a cabo a través de internet y con el aval para el cliente de la cancelación gratuita. «Tenemos alguna reserva pero todo dependerá de si se abre Candanchú o no», apunta el director del hotel Ricardo Álvarez. En 2019, el hotel Tobazo logró en invierno una ocupación de entre el 75 y el 80%.

Este establecimiento permanece abierto entre diciembre y Semana Santa, pero este año todavía no saben qué harán. En caso de no levantar la persiana sería el segundo año consecutivo sin ingresos, una situación complicada para este hotel que cuenta con 48 habitaciones, la mayor parte de ellas ocupadas tradicionalmente por aragoneses, vascos, navarros y madrileños.

A la expectativa

Las negociaciones y contactos entre el Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial de Huesca (DPH) y los actuales propietarios parecen confluir en una solución que pasa por facilitar financiación al conjunto de las estaciones de esquí de Aragón, tal y como adelantó este diario la semana pasada. Mientras, los vecinos del valle esperan la fumata blanca, aunque no descartan nuevas movilizaciones la próxima semana si la solución se demora.