El miedo a las represalias de sus padres al enterarse que consume bebidas alcohólicas siendo menor hizo que una chica (cuya edad omite este diario para proteger a la víctima) decidiera silenciar la agresión sexual que sufrió en diciembre cuando estaba bajo los efectos de las mimas. Le acabó afectando emocionalmente y un amigo suyo decidió decir basta y contarlo. Esto llevó a la chica a denunciarlo ante la Guardia Civil del puesto de Tarazona y a que los agentes acabaran abriendo una investigación en la que el adolescente está imputado. Las pesquisas no acaban ahí porque podría haber más víctimas. 

La joven relató a los agentes que el chico se acercó a ella pidiéndole besarse, si bien esta le dijo que no en varias ocasiones hasta el punto de decirle que no le gustaba. Estaban más menores en el grupo. Todos ellos comenzaron a consumir alcohol hasta que en un momento dado, según la chica, se acercó a ella y comenzó a darle besos en la boca. Ella le insistió que parara, si bien él comenzó a manosearla hasta el punto de agredirla sexualmente. 

Situación que llevó a la niña a gritar, pero él le tapó la boca con su mano para que los demás no le escucharan. En un momento dado aparecieron dos chicos, interrumpiendo el presunto autor su actitud. Cuando se fueron siguió hasta que apareció la Policía Local para desmantelar el botellón y la dejó tirada sobre un banco en la zona del barrio de Capuchinos de la localidad turiasonense. 

Los agentes del instituto armado le preguntaron a la víctima si en algún momento fue agredida físicamente o se sintió intimidada y ella dijo que sí. «Mis amigas intentaron sacarme de ahí, me llegaron a coger del brazo pero él me sujetaba con mucha fuerza. Una de ellas llegó a pegarle, pero no lo consiguió y se fue llorando», afirmó a los investigadores. 

Esta agresión le afectó anímicamente a la chica que estuvo una temporada, tal y como declaró, sin querer salir de casa y sin practicar sus aficiones ni disfrutar del ocio. «Tenía miedo de volver a verlo», señaló, mientras recalcó que cuando sale a la calle siempre va acompañada por sus padres.  

Tras ello, los agentes le preguntaron si tenía algo que añadir y ella dijo que sí. En ese momento aseveró que sabe que a otra chica le pasó algo similar con el mismo joven. 

Esto ha llevado a los agentes del Equipo Territorial de Policía Judicial de Tarazona y el Equipo Mujer y Menor (EMUME) de la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza a abrir una investigación más amplia para determinar el grado de responsabilidad del menor y saber si hay más víctimas de este joven que se encuentra en libertad provisional como supuesto autor de un delito de agresión sexual puesto que hubo intimidación, abuso de una situación de debilidad de la menor por el consumo de alcohol y porque hubo penetración. 

El menor investigado tiene dos antecedentes en el fichero del instituto armado, un delito de hurto y otro de lesiones. Ambos en el 2021. En Policía Nacional y Local no constan. 

En las diligencias hay un vídeo grabado por unos jóvenes que estaban en la zona en el que se observa al sospechoso junto a la menor y que él la tenía agarrada.