La batalla que se respira en el Partido Aragonés vivió ayer un nuevo episodio intramuros, con muchas conversaciones de pasillo, otras tantas reuniones y centenares de mensajes calculando la onda expansiva de la carta bomba que enviaron Xavier de Pedro y Miguel Ángel Gorbe el pasado 17 de septiembre y que este martes se hizo pública. Más aún, las afirmaciones de un buen número de personas de la formación que calificaron como irregular la súbita entrada de más de 300 nuevos afiliados en los últimos días, una aparición que lleva camino de terminar en los tribunales. Fuentes del sector crítico aseguraron ayer que se está buscando jurisprudencia y trabajando en la redacción de la denuncia, que trataría de impedir o al menos lograr una anulación posterior de la aceptación de estos nuevos inscritos, que pueden participar en las votaciones para la elección de los compromisarios. Estos últimos serán quienes elijan al nuevo presidente del PAR en el congreso que se celebra los días 23 y 24 de octubre.

De momento, no existen candidato alguno. Arturo Aliaga, actual presidente, anunció antes del verano que anunciaría su intención a la vuelta de vacaciones, pero a la vuelta del periodo estival se concedió a sí mismo una prórroga a la espera de saber cómo le responde su cuerpo y unos últimos resultados médicos. Lo aplazó a final se septiembre, mes que concluye hoy. Aun así, tampoco se puede garantizar que el vicepresidente del Gobierno de Aragón dé a conocer este jueves el futuro que ha elegido. Tampoco se atrevió nadie ayer a asegurar que la decisión está tomada, ni siquiera en qué sentido la tomará.

Más de uno dentro de la formación piensa que pueden pasar unos días todavía hasta que se conozcan los candidatos. En principio, los aspirantes tienen hasta el día 9 para presentar su candidatura a la presidencia, extremo este que tampoco comparten algunos de los críticos, que aseguran que ese plazo no está contemplado en los estatutos del partido. En cualquier caso, ayer mismo se celebró la asamblea de alcaldes de la provincia de Teruel y hasta el 5 de octubre por la noche no se conocerán los compromisarios de todas las comarcas aragonesas. Esa tarde están citados los últimos comités de la comunidad.

A partir de ahí, unos y otros podrán echar cuentas, al menos una estimación aproximada de por dónde irán los votos el día 24 de octubre. Quedará por saber cuántos candidatos van al congreso, si Aliaga es uno de ellos, si interesa alcanzar una lista de consenso o el partido rompe de una vez con su pasado como reclaman una y otra vez desde el sector crítico.

Sea como sea, parece difícil que el futuro se parezca al de los últimos meses. No tienen duda los críticos de que presentarán esa denuncia que está en proceso de redacción, y también entienden que será aceptada. Si además obtienen la razón en un juzgado, la demostración del «pucherazo» que anunciaron puede provocar consecuencias serias.

En el primero de los puntos de la misiva enviada hace dos semanas, los críticos destacan que el censo de militantes «debe tener en cuenta que el congreso se convocó el 13 de enero de 2020», la fecha límite para aceptar nuevos votantes, según De Pedro, que subrayó que «la pandemia no es excusa para retrasar un año y medio la celebración del Congreso y el último fue en 2015».

Se estima que el total de afiliados ronda los 1.500 en el PAR, lo que demuestra la importancia que tienen esos más de 300 nuevos carnets en las votaciones. «Lo que queremos es evitar que este congreso se convierta en un pucherazo», insisten los críticos.