En Aragón son más de 90 las entidades, fundaciones y organizaciones que, englobadas en más de 15 áreas de actuación, atienden aproximadamente a unas 130.000 personas que se encuentran en situación de necesidad o necesitan cubrir alguna carencia. Desde temas medioambientales hasta apoyo a la infancia pasando por atención a mayores o a personas con diversidad funcional cada vez son más los ámbitos que cubren los más de 35.000 voluntarios que se calcula que ocupan su tiempo libre en ayudar a los demás dentro de la comunidad autónoma.

En algunas de las asociaciones más grandes y que ayudan a más personas tanto a nivel autonómico como a nivel nacional como es Cruz Roja los voluntarios no dejan de subir y apuntan que en Aragón, durante 2020 y a pesar de la pandemia, se registraron 12.242 voluntarios, 1.200 más que en el año anterior.

Desde la Coordinadora Aragonesa de Voluntariado, su presidenta, María Ríos, apunta que en los últimos años se está viendo un cambio en las temáticas de los voluntariados. «Nosotros, por antigüedad, tenemos una trayectoria más de apoyo a causas sociales pero es verdad que temas deportivos y medioambientales están ganando mucho peso, sobre todo entre los más jóvenes», comenta la presidenta. «Ahora mismo cualquier tema que afecte al ámbito de la ciudadanía es susceptible de ofrecer voluntariado», añade.

El perfil del voluntario es otro de los aspectos que han evolucionado en los últimos años. Aunque el adulto de mediana edad, con trabajo y vida estables continua siendo el prototipo de voluntario en Aragón, cada vez es más común ver a jóvenes que participan de las actividades que más les interesan como voluntarios. «Lo bueno que tiene es que la variedad de espacios de acción te ofrece buscar un ámbito en el que estar cómodo y disfrutar, que al final es lo más importante», agrega Ríos.

Otro de los perfiles que más abunda es el de las personas jubiladas que, una vez terminada su vida laboral, deciden invertir sus conocimientos en apoyar al resto. «Normalmente son gente muy activa y que como tiene tiempo hace una gran labor aportando todo lo que ha aprendido a lo largo de su vida», cuenta Ríos.

La llegada de la pandemia supuso un gran cambio en el mundo del voluntariado. «Cuando todo comenzó tuvimos que suspender todo y nos constó mucho recuperarlo porque las actividades son muy de contacto». Todavía hoy, muchos de los eventos continúan realizándose de forma no presencial.

«Aun así, todo lo que perdimos se vio reflejado en un gran número de colaboradores que, aunque no pertenecían a ninguna entidad como tal, estaban dispuestos a ayudar. Muchos de ellos a día de hoy continúan colaborando como voluntarios dentro de muchas de las asociaciones que forman parte de la coordinadora», concluye la presidenta.