Zaragoza es una de las ciudades que acoge cada año a más turistas de España por la variedad de la oferta que ofrece a quien se acerque hasta ella para conocerla. La capital del Ebro cuenta con un gran atractivo turístico donde podemos combinar la visita a monumentos históricos y conjuntos artísticos con una amplía oferta gastronómica. Esta es una de las propuestas para visitar la ciudad en tres días:
Día 1
Comenzamos nuestra visita a la capital del Ebro en la plaza del Pilar. En esta plaza imponente podemos visitar algunos de los edificios más atractivos de la ciudad, como la Basílica del Pilar, la catedral del Salvador o la Lonja.
¿Qué decir de la Basílica del Pilar? Es el destino más visitado de Aragón y su entrada es gratuita. Junto a la visita a la Virgen del Pilar se puede comprar en la sacristía una cinta bendecida de la medida del pilar.
Al lado se encuentra la Lonja, un edificio renacentista del siglo XVI. Su acceso es gratuito y cuenta con una sala de exposiciones temporales. Y una visita imprescindible es el interior de la catedral de La Seo. Una de sus fachadas exteriores es de estilo mudéjar y muy fotografiada . Aunque cuenta con más atractivos esta plaza, los dejamos para otro día y pasamos a recorrer la calle don Jaime.
Cerca de la plaza del Pilar nos encontramos con la zona más famosa de tapeo de la ciudad. El mítico el Tubo es una zona de estrechas calles situado al lado de plaza de España donde encontramos bares y restaurantes. Estos establecimientos deleitarán vuestros paladares con sus mejores tapas y pinchos. Alguno de estos bares están especializados en migas o champiñones.
Después, qué mejor propuesta que una caminata hasta llegar al palacio de la Aljafería. La Aljafería es un palacio musulmán del siglo XI. Actualmente una parte de la construcción es sede de las Cortes de Aragón.
El palacio se puede visitar bien por libre o mediante una visita guiada. El recorrido guiado transcurre por el palacio Musulmán, el palacio Mudéjar y la torre del Trovador. La UNESCO, en el año 2001, declaró Patrimonio de la Humanidad el arte mudéjar de Aragón, destacando que el palacio de la Aljafería es uno de los monumentos más representativos de este arte morisco.
Día 2
El casco histórico de Zaragoza sigue manteniendo muchas de las ruinas romanas de la época del emperador César Augusto. Zaragoza, la Caesaraugusta de la época romana, cuenta con una ruta en la que se pueden visitar algunos de los restos romanos que nos dejó este imperio. La ruta de Caesaraugusta está compuesta por los museos dedicados al Foro romano, el Puerto fluvial, las Termas públicas y el Teatro, junto a la muralla romana. Esta ruta se puede realizar a pie por la cercanía entre los diferentes puntos, aunque es recomendable mirar los horarios. Existe un bono con el que también se puede visitar el museo del escultor Pablo Gargallo.
Cerca del casco histórico se encuentra la plaza de los Sitios . En esta plaza está el Museo de Zaragoza. Este museo alberga colecciones de arqueología y de bellas artes con obras procedentes de distintos puntos de la provincia. Si eres amante de la pintura de Goya no puedes dejar pasar la oportunidad de conocer las obras que se conservan en su interior. También puedes visitar el Museo Goya situado en la calle Espoz y Mina. A lo largo del año, este espacio programa exposiciones temporales en torno a la figura del pintor.
Cerca del Museo Goya se encuentra el barrio de la Magdalena. Aquí puedes visitar bares y tabernas donde degustar pinchos y tapas. Una de la más tradicionales es el restaurante El Fuelle. Si tu visita en Zaragoza cae en jueves no dudes en acercarte a este barrio o a la calle Bruno Solano donde podéis disfrutar del denominado 'juepincho'. Los bares ofrecen a sus clientes una tapa con vino o caña de cerveza por un precio económico.
Día 3
El último día puedes dedicarlo a la visita del parque Grande José Antonio Labordeta ubicado enfrente del estadio de fútbol La Romareda. Para llegar hasta aquí puedes utilizar el tranvía que cuenta con una parada enfrente del parque. En él podrás pasear, alquilar bicicletas y visitar su jardín botánico. La fuente de la Princesa es otro de los encantos que podemos encontrar paseando por las sendas frondosas del parque. Esta fuente fue la primera que se instaló en Zaragoza en el siglo XIX.
La capital del Ebro ofrece una abundante oferta cultural en forma de teatros. Zaragoza cuenta con el Teatro Principal ubicado en el número 57 de la calle del Coso. Este teatro fue inaugurado en 1799 y a lo largo de sus dos siglos de existencia ha sufrido distintas remodelaciones. El Teatro de las Esquinas , ubicado en la calle Vía Univérsitas, es otro de los lugares donde se puede disfrutar del arte de la comedia. Son solo dos de los teatros de la ciudad que ofertan todas las semanas conciertos, obras teatrales o actuaciones humorísticas.
El entorno de la plaza de los Sitios ha multiplicado con el paso de los años su oferta gastronómica. Los locales han ido cambiando las tiendas de ropa por los bares. Los restaurantes, que se ubican en esta zona, permiten disfrutar de una cocina moderna y poder plasmarlo en redes sociales. Esta zona es ideal para desayunar, tomar el vermú, comer o tomarse unas copas y cerrar con una velada la visita a Zaragoza.
