El Periódico de Aragón

El Periódico de Aragón

EL CAMBIO CLIMÁTICO

Aragón ha sufrido una treintena de olas de calor desde 2010

La más duradera se registró en julio de 2015 y Zaragoza marcó un récord de 44,5º

Niños y niñas se refrescan en la fuente de la plaza de España, en Zaragoza, ayer. ANDREEA VORNICU

Aragón ha registrado una treintena de olas de calor desde el año 2010. Se trata del periodo histórico en el que este fenómeno se ha producido con mayor frecuencia e intensidad, una consecuencia directa de los efectos del cambio climático en la comunidad. Así lo recoge el estudio realizado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y que incluye desde 1975 hasta la actualidad.

Las olas de calor adquirieron una insólita amplitud a partir del verano de 2015, cuando se produjo el episodio más duradero hasta la fecha en los últimos 50 años. Aragón, se sumergió en 26 días de temperaturas infernales, «casi un mes», subraya Rafael Requena, delegado territorial de Aemet en Aragón.

Fue a caballo de los meses de junio y julio y Zaragoza registró su máximo histórico, situado en 44,5 grados, un récord absoluto que todavía no ha sido superado, ni siquiera en la actual ola de calor.

Estos episodios de alas temperaturas deben cumplir una serie de requisitos, apunta Requena, empezando por la temperatura (un valor que varía según las zonas y épocas del año), la persistencia (más de tres días de duración) y la extensión, que mide el número de estaciones meteorológicas que registran el fenómeno y que tiene que ser el 10% del total como mínimo. En el caso de Aragón deberían ser seis de sus 60 estaciones.

En el caso del pasado domingo se activaron más de 10 estaciones por encima de los 40 grados de temperatura. Es decir, se cumplió de sobra el requisito del umbral de temperatura, que es de 37,5 grados en Zaragoza, de 36 grados en Huesca y de 35 grados en Teruel.

2003 y 2015, en el recuerdo de todos

Otra ola de calor histórica por su extensión fue la del verano de 2003, que coincidió con finales de julio y la primera quincena de agosto y duró dos semanas. «La actual ola de calor va camino de ser como la de 2003», explica Requena, que ve «más difícil» alcanzar los valores de 2015.

Con todo, la actual ya lleva una semana en marcha, pues no entró en acción hasta el 12 de julio, 72 horas más tarde que en otras partes de España, debido al efecto suavizador del cierzo que sopló los días previos al calentón y que impidió que las temperaturas subieran hasta los 40 grados, si bien se situaron en la parte alta de los 30 grados.

"No ha habido récords, pero eso no impide que llevemos una semana con valores que se mantienen en torno a los 40 grados"

Rafael Requena - Jefe territorial de Aemet en Aragón

decoration

En cualquier caso, el de 2022 está resultando un verano de extrema dureza, como reflejan los incendios forestales y agrícolas que se repiten en distintas zonas de la comunidad de las tres provincias.

Hay que tener en cuenta que el pasado año se sucedieron varias olas de calor pero que estas fueron más cortas, con una duración de entre tres y cuatro días y entreveradas con periodos de valores normales para la época.

Este verano prometía ser caluroso ya desde el principio, apunta Requena, pues no en vano empezó con una temprana ola de calor en junio, la más prematura desde 1975 si se exceptúa otra ola que se registró a mediados del mismo mes de 1981. El penúltimo episodio térmico dejó temperaturas de hasta 43 grados.

Los termómetros al sol, un clásico del asombro. Jaime Galindo.

Por encima de los 40 grados

La misma temperatura que alcanzó Zaragoza ciudad el pasado domingo y que, no obstante ser muy extrema, se sitúa por debajo del récord de la serie.

«No ha habido récords, pero eso no impide que llevemos una semana con valores que se mantienen en torno a los 40 grados», señala el jefe territorial de Aemet en Aragón.

Otra característica de la presente oleada térmica es su gran extensión geográfica, dado que no se ha ceñido a las partes más bajas del valle del Ebro, Monegros y Cinco Villas, sino que está afectando también con dureza al Pirineo. Así, las localidades de Jaca y Sabiñánigo han arrojado temperaturas de 40 grados de máxima, pese a que se sitúan a una altitud (entre 700 y 800 metros) en los que esas temperaturas son excepcionales.

24 personas han fallecido ya en Aragón como consecuencia de la ola de calor

decoration

Pese a ello, en la estación meteorológica de Torla, la ubicada en el paraje del depósito, marcó ayer 42 grados, informa Requena, que subraya que se encuentra a una altitud de 1.000 metros y a las puertas del Parque Nacional de Ordesa.

Esa temperatura situó al pueblo de Sobrarbe en tercer lugar en la lista de localidades más afectadas, solo por detrás de la capital de la comunidad y de Quinto de Ebro, donde el mercurio marcó 42,4 grados.

Además, el hecho de que se estén registrando temperaturas en torno a los 30 grados en estaciones de medición situadas en la cota de los 2.000 metros revela la amplitud que está adquiriendo el cambio climático en la región, indica Rafael Requena. Una situación que afecta gravemente al estado de los glaciares.

24 fallecidos, según un cálculo aproximado

Un total de 24 personas han fallecido ya en Aragón como consecuencia de la ola de calor que asola gran parte de Europa y que eleva el riesgo de mortalidad de los colectivos con patologías previas, ancianos y niños de corta edad. Estos datos han sido facilitados por el Sistema de Monitorización de la Mortalidad, dependiente del Ministerio de Sanidad.

En el conjunto de España, el número de fallecidos como consecuencia del calor asciende a 510, según las estimaciones del Instituto de Salud Carlos III hasta el pasado viernes para los siete primeros días de la ola de calor que se corresponden con el periodo que va del 10 de julio hasta el sábado 16.

Se calcula que 321 de ellas son mayores de 85 años, 121 tienen entre 75 y 84, y otros 44 habrían muerto con entre 65 y 74 años.

Según la estadística del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III, las defunciones «observadas y estimadas» por causas atribuibles al exceso de temperatura tuvieron su pico máximo el sábado, con 150 fallecidos, mientras que el viernes hubo 123.

Sin embargo, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, dijo ayer que el sistema de monitorización de la mortalidad (MoMo) recoge el exceso de defunciones que podrían atribuirse a las altas temperaturas y aclaró que es «una estimación de cálculo y no un índice de defunción».

España ya cuenta con un plan con consejos y recomendaciones para hacer frente al calor, destacó la ministra, que instó a seguir sus consejos, protegerse y evitar esfuerzos sobre todo a las personas más vulnerables.

Tras ofrecer una conferencia en los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid, que se celebran en El Escorial, Darias afirmó que ese plan contra el calor aborda «distintas cuestiones, sobre todo aquellas que tienen más impacto en la salud».

«Lo que hay que hacer es seguir las recomendaciones sanitarias, protegerse, evitar estar dispuesto a altas temperaturas, especialmente las personas y los colectivos más vulnerables, como pueden ser personas mayores, niños y niñas, y también personas con patologías».

Medidas de protección

Durante el día de ayer, toda la comunidad aragonesa permaneció con aviso naranja por temperaturas extremadamente elevadas, con una máxima en Zaragoza de 41 grados y una mínima de 24 grados. Sin embargo, a partir de hoy se prevé dar por finalizado este episodio de calor, aunque se espera que las temperaturas permanezcan significativamente altas en los próximos días, con valores muy por encima de los 30 grados.

Ante esta situación, Protección Civil y Emergencias aconseja a los ciudadanos que adopten medidas de prevención. En concreto, debido a las altas temperaturas, recomienda limitar la exposición al sol; mantenerse en lugares bien ventilados; ingerir comidas ligeras de forma regular, ricas en agua y sales minerales, como frutas y hortalizas; beber frecuentemente agua u otros líquidos y vestir ropa de colores claros que cubra la mayor superficie de piel posible y la cabeza.

Además, los expertos destacan la importancia de evitar realizar ejercicios físicos prolongados en las horas centrales del día y de interesarse por la salud de las personas mayores y enfermas y aquellas que vivan solas o aisladas

Compartir el artículo

stats