EL MERCADO INMOBILIARIO

La venta de vivienda marca un nuevo récord en Aragón y el precio tiende a contenerse

El sector registra en el segundo trimestre de 2022 su mejor cifra de actividad de los 15 últimos años, con 4.410 compraventas y un crecimiento anual del 9,5%. El valor general de los pisos se abarata un 2,5% entre abril y junio de este año

Obras de un bloque de viviendas en construcción en la ciudad de Zaragoza.

Obras de un bloque de viviendas en construcción en la ciudad de Zaragoza. / ANGEL DE CASTRO

A pesar de la incertidumbre generada por el alza de los precios, la actividad inmobiliaria sigue disparada en Aragón, donde el sector sigue prolongando el momento dulce que vive en los últimos años. En el segundo trimestre de 2021 se alcanzó el mayor volumen de compraventas de vivienda de los últimos 15 años, con 4.410 operaciones, un 9,5% más que en el mismo periodo del año anterior (4.026) y un 6,6% por encima de la cifra de los tres primeros meses de 2022. El empuje de la demanda viene dado por el fuerte tirón de los pisos de segunda mano, que representa el 83% del mercado. En cuanto a los precios, se registra una cierta contención, una tendencia que sorprende en el actual contexto inflacionista.

Los datos vienen recogidos en la Estadística Registral Inmobiliaria correspondiente al segundo cuarto del año, que ha sido publicado este lunes por el Colegio de Registradores. El informe confirma que el sector del ladrillo mantiene su pujanza.

El crecimiento de las compraventas es más acentuado en la vivienda usada, que marca su máximo de los últimos 16 años -hay que remontarse al segundo trimestre de 2006, en pleno boom inmobiliario, para encontrar una cifra más alta-. En concreto, entre abril y junio de este año se comercializaron 3.699 pisos de segunda mano, lo que supone un incremento del 12,6% respecto al mismo periodo de 2021 (3.283) y del 10,6% en relación al primer trimestre.

Los últimos doce meses también han sido un periodo de prosperidad para el negocio inmobiliario de Aragón, con un total de 15.872 compraventas de viviendas registradas. Esto supone un avance interanual del 14,2% y la mayor cifra registrada desde 2008. De este volumen, 13.021 operaciones corresponden al mercado de segunda mano, que crece un 18,1% en términos anualizados, y otras 2.851, al de obra nueva, que se contrae pero de forma leve (ocho décimas menos, -0,8%).

De esta manera, en el segundo trimestre continuó la recuperación del mercado inmobiliario tras el mazazo que supuso el estallido de la pandemia en los primeros meses, que hizo que se derrumbara las ventas en los primeros meses. El volumen de operaciones se encuentra incluso por encima de los niveles previos a la llegada del coronavirus. Qué sucederá a partir de ahora es un incógnita, pero el escenario para el sector se complica por las turbulencias generales que acechan a la economía nacional, europea y mundial. Otro factor que juega en su contra es el encarecimiento de las hipotecas que se está produciendo después de que el Banco Central Europeo (BCE) elevara a principios de julio los tipos de interés para combatir la inflación.

Contención de los precios

En cuanto a la variable de los precios, sorprendentemente no se observa una escalada en el segundo trimestre del año, como cabria esperar ante la subida generalizada de los costes. El valor general de la vivienda en Aragón retrocede incluso un 2,5% respecto al trimestre anterior y se sitúa en 1.476 euros por metro cuadrado, al contrario de lo que ocurre en el contexto nacional, donde sube un 2,4%. Esta caída se debe al comportamiento de la obra nueva, que se abarata un 9,5% (-0,7% a nivel estatal) en este periodo, hasta 1.791 euros, cuando hace un año era el mercado que más repuntaba. La de segundo mano sí sube pero de forma contenida (un 1,8% más, hasta 1.424 euros) y a un ritmo inferior al del conjunto de España (+3,4%).

En términos anuales, los precios generales de la vivienda suben en Aragón un 2,3%, un porcentaje tres veces inferior al de la media española, que se sitúa en el 7,4%, y muy por debajo del alza de la inflación. Por tipología, la nueva se abarata un 3,3% y la usada se encarece un 6,6%, mientras que en España se registran incrementos del 1,6% y el 9,5%, respectivamente.

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