El Periódico de Aragón

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EL FIN DEL EMBUDO DEL BURGO

Así será el nuevo enlace soterrado de la A-68 con la Z-40

El paso inferior irá por debajo del enlace situado cerca de la Facultad de Veterinaria / Las retenciones son muy habituales las horas puntas de regreso al hogar tras la jornada laboral

Imagen a ordenador del futuro paso inferior. EL PERIÓDICO

Es uno de los puntos críticos del tráfico zaragozano. Es la salida natural de la A-68 hacia Castellón se encuentra la rotonda que enlaza con la Z-40, poco después de pasar la Facultad de Veterinaria. La continuidad de la autovía se ve interrumpida al salir de la ciudad al tener que atravesar la glorieta del enlace, que registra un tráfico medio diario de 28.500 vehículos. Por ello son habituales las retenciones, sobre todo las de los vehículos que circulan en dirección Zaragoza. Si a ello se suma que el tramo está catalogado como de concentración de accidentes, reúne todas las condiciones necesarias para acometer la reforma que los usuarios del asfalto reivindican desde hace años.

Por ello, se construirá un paso inferior en el trazado de la A-68 que permitirá a los conductores no detener su marcha. Con ello se pretende disminuir los atascos en los accesos a la glorieta y realizar los accesos a la misma por vías de servicio, lo que contribuirá a la adaptación de velocidad de los vehículos que necesiten atravesarla.

Esta suerte de túnel irá por debajo de lo que ahora es la rotonda y se extenderá por aproximadamente 535 metros de longitud. Está proyectado con dos carriles por calzada de tres metros de ancho (dos en sentido Zaragoza y dos en sentido Castellón), el mínimo estándar para una vía de estas características. También se disponen dos vías laterales paralelas a las calzadas de la A-68, también de dos carriles, que permiten canalizar los movimientos entre la A-68 y la Z-40 a través de la glorieta y el acceso a los polígonos industriales y de servicios existentes en ambas márgenes de la citada autovía.

En un principio, esta actuación permitirá aliviar el tráfico de este punto crítico, aunque no está previsto que el tráfico vea sus cifras incrementadas. Ahora mismo, por la A-68 a su paso por Zaragoza circulan 34.000 vehículos y por la Z-40, unos 47.000.

El paso inferior se resolverá con la ejecución de un cubrimiento de vigas prefabricadas apoyadas en pantallas continuas de hormigón armado, que serán las paredes laterales de contención de tierras y que quedarán bajo la rotonda. Es decir, que se cavará bajo el enlace actual para crear una curva en descenso cuyas paredes se sostendrán con hormigón armado.

La ejecución de este proyecto supone todo un reto arquitectónico por las características del terreno. Al ser un espacio urbano consolidado, existían un problema de espacio para ejecutar el proyecto. La construcción de los carriles es compleja por tener que hilar muy fino con las medidas, puesto que junto a los límites laterales se ubicarán los cimientos de la rotonda, que quedará elevada por encima del paso. Para la obra, utilizarán 20.000 metros cúbicos de hormigón y dos millones de kilos de acero, además de una inversión 23 millones de euros para intentar mejorar la fluidez del tráfico y reducir la concentración de accidentes de un tramo de carretera que ha registrado 70 en los últimos tres años. 

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