A FONDO

Un centro cívico de última generación

Han transcurrido ya más de 10 años desde que la gente del 15-M

de Zaragoza se retiró de la plaza del Pilar y volvió a los barrios

Concentración de apoyo al Centro Cívico Luis Buñuel en la puerta del edificio

Concentración de apoyo al Centro Cívico Luis Buñuel en la puerta del edificio / Andreea Vornicu

Pedro Santisteve

Aquí en El Gancho un grupo de gente quisimos darle cuerpo a esas ideas surgidas en las plazas y aterrizarlas en la realidad de un barrio muy necesitado de empuje, de revitalización, de regeneración. De ahí que se optara por un inmueble abandonado, el antiguo Instituto Luis Buñuel, en manos de la DGA de la que conseguimos que revirtiera al ayuntamiento, su legítimo propietario.

Seis Foros Ciudadanos facilitados por las excelentes profesionales de «A MEDIAR», el primero en marzo de 2012 en el Joaquín Roncal, fueron forjando sus señas de identidad: apertura a la participación de todo aquel que quisiera implicarse y, también, contacto en todo momento con personas de la Institución Municipal. La petición dirigida al ayuntamiento el 18/04/2010 da prueba de ello: «solicitan a nuestros representantes del Ayuntamiento de Zaragoza, institución propietaria del referido edificio, tengan a bien posibilitar que dicho inmueble pueda ser gestionado democráticamente por sus usuarios, accediendo, mediante la fórmula que se estime más adecuada, conforme a los fines descritos, a la cesión del mismo». Diecinueve asociaciones avalaban esta petición entre ellas la Asociacion de Vecinos Lanuza Casco Viejo, las parroquias del Gancho (San Pablo y el Portillo) y Cáritas. ¿Estos son los ocupas del PP?

Se decía que era una demanda unánime la de un centro cívico en el barrio, pero nadie en la actualidad habla de ello, más allá de esas dos o tres asociaciones unifamiliares que el PP mueve a su antojo. El barrio de El Gancho cuenta con recursos más que suficientes para atender a su gente mayor (principales usuarios de los centros cívicos en la ciudad).

Un centro de día para personas mayores en la calle San Blas; la Casa de Amparo residencia y también centro de convivencia, el Centro Municipal de Palafox, piscina pública, bien concurrida al punto de la mañana por gente mayor; los «paseos cardio-saludables», gestionados desde el Consejo de Salud del Barrio Para Jóvenes: la Casa de Juventud, el Albergue de Predicadores, los cines en el centro (a 500 metros), los teatros como el Principal, Teatro del Mercado o el Teatro de la Estación.

Los centros cívicos, dispositivo de los años 80 para atender a una pluralidad de necesidades, han venido realizando un importantísimo papel, pero 40 años después el tipo de mayores ha cambiado: hoy hablamos de «envejecimiento activo» por tratarse de personas más dinámicas, poco proclives a encerrarse en 4 paredes todos los días de la semana. En ese modelo de centros cívicos se echa en falta la convivencia intergeneracional, algo que en el Buñuel no ocurre.

Desconocimiento total

La buena convivencia, el espíritu de responsabilidad, el ejemplo de gestión de la diversidad, de la pluralidad, como ningún otro en la ciudad es un activo que ningún Gobierno Municipal debería menospreciar. El PP, alérgico a la participación ciudadana, desconoce toda la riqueza que encierra el Buñuel y ha preferido ponerse la venda delante de los ojos, negándose a tender puentes, negándose a convocar a esas comisiones de gestión conjunta del centro que hubieran permitido a la Institución conocer, de primera mano, el buen uso de espacio.

¿Por qué no hablamos de modelos y defienden el suyo con argumentos? Mucho nos tememos que en este caso es porque nada tienen que ofrecer al Común. Existen diversos modelos de participación y/o gestión de espacios cívicos: públicos (con gestión directa 100% pública o gestión indirecta por entes privados).

Pero junto a esos modelos, desde hace más 20 años se han abierto en ciudades medianas y grandes de nuestro país y Europa, espacios que podríamos llamar público-comunitarios.

Autogestión comunitaria

El modelo que reivindica el CSC Buñuel: la autogestión comunitaria. Expresa una cosmovisión del papel que cumplen tanto el Gobierno de la Institución y las diferentes áreas municipales implicadas (Cultura, Urbanismo, Servicios Públicos…) como la sociedad civil, sean expertos, activistas o simples ciudadanos de a pie.

En esa visión público-comunitaria el papel del Gobierno de la Institución es el de un agente social más, que desempeña una importante función: a través de él se coordina, se sostiene el espacio con el aporte de suministros básicos (luz, calefacción, agua...) y se lleva a ejecución lo acordado de forma participativa. Se trataría más bien de un papel de facilitador de un proceso que surge de abajo. Así lo entendimos cuando Zaragoza en Común accedimos al Gobierno de la Ciudad. Está claro que en el caso del PP, el problema es de concepción de la democracia: de cómo se realiza ésta y de quiénes son sus protagonistas. Su visión elitista y paternalista de la democracia representativa les lleva a mirar con inquina, con recelo, todo aquello que les relegue a un segundo plano.

El Buñuel como escuela de participación no deja de ser un interesante laboratorio de democracia. La energía social, la acumulación de experiencias personales surgidas en el encuentro entre diferentes, ha sido tremendamente enriquecedora. Una semilla plantada hace diez años que ha germinado en gente joven y mayor que han hecho de ese espacio un lugar de entretenimiento, de conocimiento, de solidaridad y por ello de crecimiento personal. Salud Pública en definitiva. Gracias a esos cientos de personas que con vuestra implicación habéis hecho un auténtico regalo a nuestra Ciudad.

*Pedro Santisteve es exalcalde de Zaragoza (2015-2019) y portavoz de Zaragoza en Común en el Ayuntamiento de Zaragoza