POLÍTICA SANITARIA

La ‘paz’ en la sanidad aragonesa: dos acuerdos, mejoras y más de 12 millones al año

Los sindicatos cierran en tres meses y al final de la legislatura del Gobierno de Aragón una retahíla de medidas económicas y asistenciales / El tiempo dirá hasta qué punto los pactos repercuten en la atención al paciente

Representantes del Salud y de los sindicatos CCOO, CSIF y UGT, el pasado martes, tras firmar el acuerdo.

Representantes del Salud y de los sindicatos CCOO, CSIF y UGT, el pasado martes, tras firmar el acuerdo. / Jaime Galindo.

Ana Lahoz

Ana Lahoz

2023 ha empezado fuerte para la sanidad pública aragonesa. En tres meses se han cerrado dos acuerdos sindicales que han desconvocado sendas huelgas en el sector, se ha aprobado una retahíla de medidas laborales y el Gobierno de Aragón ha comprometido el desembolso de más de 12 millones de euros al año para poner en marcha las mejoras (también asistenciales) recogidas en los pactos.

De todos modos, todo es susceptible de cambiar. Desde el coste económico, que es más bien estimativo, hasta las propias directrices consensuadas, que se van a vigilar mediante comisiones de seguimiento. No hay cabida para la picardía, se ha dicho desde el Departamento de Sanidad en varias ocasiones, por lo que la puerta está abierta a modificaciones si lo acordado con los sindicatos no da su fruto. En todo caso, lo que es evidente es que se han producido cambios en el panorama sanitario, ese que tantas quejas y sensación de malestar ha despertado en el último año, tras la pandemia, con varias movilizaciones sociales y sanitarias incluidas.

Queda por ver cuáles serán las consecuencias de la aplicación de todas las medidas de cara a la ciudadanía, que en este primer trimestre quizás haya podido perderse entre las siglas de tantos sindicatos, medidas y fechas de aplicación.

Queda por ver cuáles serán las consecuencias de la aplicación de todas las medidas de cara a la ciudadanía, que en este primer trimestre quizás haya podido perderse entre las siglas de tantos sindicatos, de las diferentes peticiones y de sus fechas de aplicación. También de cara a los profesionales, que sustancialmente van a ver mejoradas sus condiciones económicas y laborales.

De inicio, las demoras en los centros de salud se han reducido considerablemente. De forma generalizada, los aragoneses consigue cita en uno, dos o tres días con su médico. Alguno, incluso, en el mismo día. Cierto es que sigue habiendo puntos de Atención Primaria que acumulan varios días de retraso, pero la aplicación de las consultas de apoyo de tarde está ayudando a absorber la demanda. La valoración de esta medida, puesta en marcha el 1 de marzo tras el acuerdo alcanzado con los sindicatos médicos CesmAragón y Fasamet, es positiva.

En las urgencias de los hospitales de Aragón la vida sigue igual. Es pronto para afirmar que las medidas de Atención Primaria, que entraron en vigor el 1 de marzo, ya tengan repercusión en los hospitales con una menor demanda.

Dicho pacto, que evitó una huelga médica prevista para finales de enero en Aragón, tendrá un coste anual de unos 8 millones al año y, entre otras cuestiones, también contempla la limitación de pacientes en las agendas de médicos y pediatras o la reducción de la burocracia en las consultas de los profesionales.

¿Se nota ya alguna repercusión en las Urgencias?

Estas circunstancias, que facilitan la accesibilidad del usuario al tiempo que reducen la carga laboral, también buscan consecuentemente repercutir en los hospitales donde, en teoría, debería haber menos urgencias al agilizarse la atención en los centros de salud. Sin embargo, es pronto para eso. Apenas ha pasado un mes de la entrada en vigor de estas medidas en Primaria (que además se aplicaron progresivamente por una cuestión de organización interna de los centros) y en las urgencias de los hospitales la vida sigue igual. Eso sí, el buen tiempo está ayudando a una menor afluencia, pero no hay un retorno directo de menos usuarios por ese pacto en Atención Primaria.

Leandro Catalán firma el acuerdo de los médicos, el pasado mes de enero.

Leandro Catalán firma el acuerdo de los médicos, el pasado mes de enero. / SERVICIO ESPECIAL

Por ejemplo, según fuentes del hospital Clínico de Zaragoza, las cifras del mes de marzo en Urgencias denotan que «la demanda no ha variado». Lo mismo sucede en el Miguel Servet, donde «no ha dado tiempo a ver los efectos», indican a este diario. «La media es entre unas 370 y 390 urgencias en el hospital General y ahí nos movemos», añadieron. El tiempo dirá si la atención asistencial se agiliza y si los dos acuerdos, que se han cerrado en plena campaña electoral de los sindicatos en el Salud, cambia (a mejor) la percepción social sobre la sanidad.

En 2024 alrededor de unos 40 centros de salud urbanos abrirán hasta las 20.00 horas en Aragón y probablemente vuelvan a reabrirse algunos de los Puntos de Atención Continuada (PAC) que cerraron hace dos años. Esta cuestión forma parte del pacto alcanzado con CCOO, CSIF y UGT el pasado 27 de marzo, estimado en más de 4 millones al año, y que supuso para la Administración evitar, por segunda vez, una huelga. En este caso, estaba convocada para todos los profesionales de la sanidad pública. Sin distinción.

Líneas rojas en la negociación

De ese acuerdo también surgió una de las peticiones históricas de los empleados sanitarios: el abono del nivel 3 de carrera profesional, bloqueado desde 2010. El avance supone un plus de unos 60 euros al mes para profesionales en formación y de gestión y servicios. Aquí, la consecuencia va a ser inmediata porque el ingreso llegará ya el 1 de mayo. También, en el último momento y gracias al acuerdo de la Mesa General de la Administración, CCOO, UGT y CSIF lograron cerrar el acuerdo de la jornada de 35 horas. Eso sí, de aplicación prolongada durante los tres próximos años en el Salud.

La estrategia de 'dimes y diretes' entre los sindicatos, la confrontación, la presión y el desgaste es legítima, pero el problema es cuando en la ciudadanía empieza a surgir un halo de hartazgo.

Estas dos cuestiones (carrera profesional y jornada de 35 horas) estaban entre las líneas rojas de CCOO, UGT y CSIF en sus negociaciones, pero también se deslizan en el acuerdo de CesmAragón y Fasamet (sindicatos médicos). Sin embargo, en su caso aparecen en su penúltima página y bajo el epígrafe de ‘otras consideraciones’ al exceder de la Atención Primaria porque las prioridades eran otras. A pesar de ello y de ya tener su pacto, los médicos de Aragón han vuelto a anunciar movilizaciones después de Semana Santa porque no comparten el acuerdo de sus colegas de CCOO, UGT y CSIF. Tres colectivos que, antes, en enero, tampoco aceptaron el pacto de los médicos y, de hecho, no asistieron a la sectorial donde se firmó.

La estrategia de dimes y diretes, de confrontación, presión y desgaste es legítima, pero el problema es cuando en la ciudadanía empieza a surgir un halo de hartazgo. Más aún cuando los sindicatos han cerrado dos acuerdos sindicales, con ventajas económicas y con un compromiso de más de 12 millones de euros al año de las arcas públicas.

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