Abascal repudia un pacto de Azcón con Teruel Existe para gobernar Aragón

El líder de Vox asegura que la negociación está aparcada por la campaña electoral y compromete su apoyo o abstención a Azcón a excluir a "los socios de Sánchez y Bildu"

Defiende que el modelo valenciano "es el adecuado para Aragón" mientras Azcón defiende el balear y aparca hasta el 23 de julio la negociación del nuevo Ejecutivo

Santiago Abascal, en el mitin de Vox de este sábado en Zaragoza.

Santiago Abascal, en el mitin de Vox de este sábado en Zaragoza. / José Miguel Calvo

Santiago Abascal ha disipado cualquier tipo de duda. «Si alguien en Aragón piensa que vamos a pactar con los socios de Sánchez y Bildu, que es Teruel Existe, es que se ha dado un golpe en la cabeza». El líder de Vox estrechó así el cerco sobre el gobierno en solitario que persigue el PP en Aragón, repudiando a la otra pata que los populares necesitan para tal efecto. Abascal quiere para la comunidad un pacto como el de la Comunidad Valenciana, fácil y sencillo para Vox con ellos dentro del gobierno (allí Carlos Mazón les ha dado hasta la vicepresidencia), mientras que los populares aragoneses dicen con menor vehemencia que el suyo es «el modelo balear», donde la ultraderecha se abstuvo para facilitar un gobierno monocolor azul con Marga Prohens como presidenta.

Pero allí no está Teruel Existe, el partido que con un único diputado en el Congreso es para Vox la muleta indispensable de todos los males de España que acarrea «no solo el sanchismo, sino el socialismo». Y todo con un pacto ya cerrado entre el PP y Teruel Existe para gobernar en la Diputación de Teruel que añade pimienta al asunto.

«No vamos a sacrificar ni Murcia, ni Aragón ni ningún otro punto de España. Tened claro que no solo queremos derogar el sanchismo, sino también el socialismo y esa políticas que ha roto la unidad de España», clamó ayer Santiago Abascal en el mitin que la ultraderecha celebró en la plaza del Justicia de Zaragoza, llena a reventar para escuchar las soflamas negacionistas de la violencia de género, de la «criminal» Agenda 2030 y los «lobis que corrompen los colegios sin permiso de sus padres». Más allá fue contra el Gobierno de Sánchez, del que aseguró que «ha puesto en la calle a 200 violadores y detrás de las esquinas hay psicópatas dispuestos a agredir a las mujeres» ante centenares de jóvenes que vitorearon sus arengas.

De regreso a la negociación de la investidura de Azcón, Abascal aseguró que esta tendrá que esperar. «En estos momentos no estamos negociando: estamos en campaña electoral», dijo el líder de Vox, desmintiendo a la portavoz del PP en las Cortes, Ana Alós, que el viernes aseguró que las conversaciones estaban abiertas en respuesta al líder de la ultraderecha en Aragón, Alejandro Nolasco, que a su vez defendía que no hablaban desde el 23 de junio, cuando la diputada de Vox Marta Fernández fue investida presidenta de las Cortes. También deja en tela de juicio la «absoluta independencia» que Nolasco se arrogaba para llegar a un acuerdo con el PP.

Todo viene de que las sumas son verdaderamente complejas en Aragón. Los de Azcón suman 28 de los 67 diputados de las Cortes de Aragón, por lo que formaría gobierno con el sí de los siete de Vox. Pero el líder popular aspira a gobernar en solitario al modo balear. Para tal hito, necesita la abstención de Vox, la de Teruel Existe y un voto a favor, que bien podría ser de los de Guitarte o la del PAR, que los populares dan por hecha. 

«Lo cierto es que seguimos con la mano tendida pero que nadie piense que Vox va a apoyar con su voto a favor o con su abstención un gobierno en el que participen los socios de Pedro Sánchez y los socios de Bildu», reiteró Abascal antes de su discurso ante las preguntas de los medios de comunicación.

Y precisamente en una de sus respuestas a la prensa Abascal defendió la política de ejecutar «todos los trasvases que sean necesarios». «Nosotros estamos a favor de una política hidrológica en toda España y de la interconexión de todas las cuencas para que no falte agua en ningún lugar de España, no renunciando a ningún tipo de política», dijo Abascal, que defendió que «el agua no se puede tirar al mar». El líder de la ultraderecha incluyó «los trasvases que sean necesarios», una política que «defendemos igual en Murcia que en Aragón». No obstante, es cuanto menos curioso que en su intervención ante los aragoneses pasara de largo de la cuestión del trasvase del Ebro, sin mencionarla en momento alguno.

Abascal, este sábado en la plaza del Justicia de Zaragoza.

Abascal, este sábado en la plaza del Justicia de Zaragoza. / JOSE MIGUEL CALVO

Así aprovechó Abascal para cargar contra el sistema de autonomías en una de las comunidades que con mayor orgullo han defendido el autogobierno del autonomismo. Aseguró el jefe de Vox que se trata de «una mochila que cargarán los jóvenes por el gasto superfluo». «No es ya un gasto absurdo, sino que este Gobierno lo utiliza en dinamita para volar presas y centrales térmicas», refirió Abascal, en recuerdo de la demolición de la central de Andorra, uno de los pocos guiños que tuvo a la comunidad, para cargar finalmente contra las «agendas globalistas que sirven para arruinar nuestra industria y nuestros campos, como «esa agenda criminal que es la 2030».

La pelota queda ahora en el tejado de Azcón, que si quiere gobernar en solitario debe articular un pacto al modo del «paraguas global» que englobe a la ultraderecha, a los antitrasvasistas del PAR que exigirán este compromiso por escrito y a los nuevos enemigos declarados de Vox: Teruel Existe. El reloj sigue contando: la campana sonará el 23 de agosto, fecha límite para que Azcón sea investido presidente.