Un 'no' (casi) rotundo al debate sobre el trasvase del Ebro reabierto por Vox

Hay quien recuerda una manifestación en Zaragoza en contra de un posible trasvase del Ebro en 1976. Cerca de medio siglo hace de la primera vez que los aragoneses temieron por el caudal que conforma el eje central de la comunidad. Fue una primera declaración de principios, que se vio reforzada con las masivas protestas de la última década del siglo XX y la primera del XXI.

En 1993, con el PSOE gobernando, se cuantificó en 100.000 personas el número de manifestantes en las calles de Zaragoza, una cifra que se incrementó hasta 250.000 en octubre del año 2000. Seis meses más tarde, cuando había empezado la segunda legislatura consecutiva de José María Aznar (PP), hubo 350.000 participantes en la impresionante protesta que recorrió Madrid.

Casi un cuarto de siglo después, el fantasma ha aparecido a cuenta de las amenazas de Vox, que habla de interconexión de cuencas para no nombrar directamente la palabra maldita en Aragón: trasvase.

De gran parte de eso se acordó ayer Pilar Alegría, número 1 en la lista del PSOE al Congreso por Zaragoza. "Todo el mundo se va a acordar de cómo Aznar puso la primera piedra del trasvase del Ebro" en febrero de 2004 en Almería. "Y todo el mundo se acuerda de cómo en 2005 Rodríguez Zapatero tomó dos primeras decisiones: retirar las tropas de Irak y paralizar el trasvase del Ebro", manifestó la portavoz socialista, que reivindicó a ese alcalde "que admiraba y quería mucho (José Atarés, del PP), que no se pudo ni asomar al balcón y después perdió las elecciones", recordó la ministra de Educación en funciones, que fue contundente cuando se le preguntó si apoyaría un posible trasvase: "Claramente no".

En esa posición se situaron todos los presentes en el debate a excepción de Pedro Fernández, el candidato de Vox, que habló de "interconexión de cuencas" para no hablar de trasvase y aseguró que esa fórmula "está aprobada por el Parlamento europeo desde los 90" y que solo se produciría "cuando haya excedentes" en el territorio que cede agua y demuestre su necesidad el que la reclama, además de que se respeten los caudales medioambientales. "Nosotros lo que hacemos es abrir debates", resolvió.

El candidato de Sumar, Jorge Pueyo, no se tragó la exposición de Vox: "A todos nos queda claro (lo que quieren). Aquí se tiran muchos faroles, brindis al sol, como lo de que quieren eliminar las autonomías. No pueden hacerlo. El Estatuto de Autonomía, por ejemplo, lo impide", dijo el número 1 de la lista de Sumar por Zaragoza, que esgrimió datos como que el embalse de Canelles "lleva tres meses al 17%" de su capacidad o el riesgo que podría suponer el recrecimiento de Yesa.

"¿Está a favor del embalse de Mularroya?", le preguntó Fernández, a lo que Pueyo aseguró estar "en contra". Fue replicado con rapidez por el de Vox: "Pues Labordeta estaba a favor". "En 20 años las cosas cambian", resolvió el de Sumar.

Loras dijo estar "frontalmente en contra" del trasvase del Ebro y pidió impulsar los regadíos porque "está demostrado que ayudan a fijar población al hacer los campos más rentables".

Por último, Pedro Navarro expresó un 'no' rotundo al trasvase. "La izquierda ya lo sabe, la legislación europea lo impide, también en la autonomía".

Además, "esta miércoles en Murcia han intervenido Feijóo y Aznar" en un acto en el que se habló de política hidráulica pero no se hizo mención al Ebro. "Hasta en Murcia saben que es imposible porque es ilegal", dijo antes de concluir: "Todos saben que el PSOE ha parado 30 obras de regulación hidráulica" y que suelen mover el miedo al trasvase "cuando llegan elecciones".