LAS ESCISIONES EN EL PARTIDO

La crisis del centro aragonesista: Y siempre gana el PAR

La entrada en el Ejecutivo autonómico declara vencedor del conflicto interno a las siglas originales

Ni Aragoneses ni Tú Aragón logran coger fuerza en el panorama político

Alberto Izquierdo y Jorge Azcón se saludan tras la investidura del popular como presidente de Aragón.

Alberto Izquierdo y Jorge Azcón se saludan tras la investidura del popular como presidente de Aragón. / ÁNGEL DE CASTRO

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

El mítico futbolista inglés Gary Lineker pensó en Alemania como la máxima expresión de la victoria, como un ser invencible. Pocas veces ha estado el británico entre los Pirineos y el Moncayo, por lo que no sabrá que en Aragón también hay una formación que, pase lo que pase, siempre saca rédito. 

En nada se parece el PAR hoy a lo que era a finales de 2021, ni a lo que ha sido hasta hace unos meses. Hace casi dos años, los aragonesistas llegaban a un congreso que enfrentó a Arturo Aliaga y Elena Allué por la presidencia del partido. El primero, a la postre culpable de alterar el censo para ganar, venció y la segunda creó Aragoneses, una nueva plataforma para recuperar la esencia perdida por el camino. Meses después, Tú Aragón, una nueva escisión con el mismo objetivo, en el segundo grupo de rebotados de las siglas de siempre. 

Elecciones municipales y autonómicas mediante, unas generales en las que el PAR volvió a hacer acto de presencia y con el Pignatelli teñido de otro color, el tablero del centro aragonesista parece fragmentado, pero sigue siendo el mismo.

Aragoneses se alió a las primeras de cambio con Jorge Azcón y el Partido Popular y sus candidatos se incorporaron a las listas conservadoras. No tuvieron protagonismo en campaña, tampoco lo han tenido en los primeros pasos del Ejecutivo autonómico que lidera el antiguo alcalde de Zaragoza

Elena Allué es la única representante de la escisión que ha conseguido, por ahora, seguir estando activa en la vida política aragonesa. Entró con las listas populares a La Aljafería y su lugar es el segundo plano, tras no ponerle rostro a una consejería ni ser directora general cuando los cargos anunciados son los que actuarán bajo las siglas populares. Botín insuficiente para una escisión que hace del silencio su bandera.

Lo que queda de Tú Aragón se encuentra desperdigado por el territorio. Su pacto con Ciudadanos de cara a los comicios municipales y autonómicos le vino mejor a los naranjas, que mantienen presencia en ayuntamientos y comarcas gracias a la asociación de sus caras con la marca original del centro aragonesista. Más de 120 cargos públicos ejercen en consistorios bajo sus siglas, en el momento de mayor crisis de Cs: el ocaso de la formación está próximo, aunque sus voces autorizadas en Madrid pelean por hacer renacer un proyecto político que en Aragón ya no tiene cabeza. 

Y después de todo, el PAR. Cesaron a Arturo Aliaga como presidente mientras seguía siendo la mano derecha de Lambán en el Gobierno de Aragón y Clemente Sánchez Garnica entró como interino para buscar el orden perdido. Lograron alianzas con algunos espantados de Ciudadanos que vieron la quema naranja en las elecciones, que conformaron su Plataforma Liberal y se integraron en el PAR.

Alberto Izquierdo y Clemente Sánchez Garnica tomaron las riendas, pusieron la cara y el primero se hizo la fotografía capital para alargar la vida del Partido Aragonés cuatro años: darse la mano con Azcón significaba un puñado de direcciones generales, algo de presencia en el Gobierno de Aragón y vida –e ingresos– durante los próximos cuatro años. Admiten en el seno de la formación que la situación que viven hoy era «impensable» hace solo unos meses. La causa de todos, según las mismas fuentes del PAR, es «la unidad y la presencia en todo el territorio».

Presumen los aragonesistas de tener una línea clara de actuación, de pensar a largo plazo para dentro de tres años poder presentar unas candidaturas más fuertes. «Aunque pimero tenemos que organizar el congreso y hacer una gran refundación del partido», admiten. No será hasta el mes de septiembre cuando se retome la intención de organizar un nuevo cónclave en el PAR.

De sus escisiones prefieren no hablar, pero las observan «deambulando, porque no saben hacia dónde van». «Han conseguido dos o tres sillones, ¿eso es el nuevo aragonesismo?», se preguntan con ironía dentro de la histórica formación.

No son alemanes, ni hablan el inglés de Lineker. Hoy van de la mano de Azcón y hasta hace un mes eran socios de Lambán. Piensan ya en qué va a pasar en las próximas elecciones autonómicas, allá por 2027. ¿El resultado? Entre pactos y zozobra, el PAR siempre saca algo.